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 domingo, 22 de abril de 2007  
Francia marcha hacia un cambio pero aún no sabe con quién
La incertidumbre en torno al resultado electoral es grande debido a la paridad de las encuestas

Angela Charlton / AP

París. - Dos votantes miraban un collage confuso de carteles proselitistas que mostraban las imágenes de los candidatos presidenciales. Ambos parecían perplejos, aun tensos, mientras sopesaban la decisión que habrán de tomar en las elecciones de mañana. ¿Deberían escoger a Nicolas Sarkozy, rotundo, reformista y pragmático pero temible para muchos franceses? ¿O a Segolene Royal, la sonriente figura maternal con un plan más cauteloso para el país? ¿O acaso al centrista François Bayrou para dar la sorpresa?

El pintoresco paisaje parisino lucirá y olerá igual el lunes por la mañana, con autobuses de turistas por los Campos Elíseos y el aroma de las medialunas crocantes. Pero Francia habrá dado un paso crucial en vista al futuro.

Los 44,5 millones de votantes reducirán hoy los doce candidatos a los dos favoritos si es que ninguno supera el 50%. Ambos tendrán entonces dos semanas para atraer a los votantes antes de la segunda y decisiva rueda electoral el 6 de mayo. El sucesor de Jacques Chirac, que deja la presidencia después de doce años en el poder, debe conducir a esta potencia nuclear en un mundo inseguro, revivir una economía grande e inestable, vigorizar la fuerza laboral e incorporar a la sociedad a los jóvenes musulmanes alienados.

Es una tarea ímproba, y los votantes franceses no parecen estar seguros de quién el candidato más adecuado para enfrentarla: un tercio del electorado (un 30%) seguía indeciso en vísperas de la votación. La cuestión decisiva es que el resultado de hoy -cualquiera que sea- garantiza cambios, algo que los franceses desean y temen a la vez.

El conservador Sarkozy se desempeñó en el gobierno de Chirac pero habla de "romper" con el pasado, incluyendo reformas a las leyes laborales para hacer más competitivo el país. La socialista Royal dice que su Francia será diferente debido a que sería la primera presidenta francesa. Se ha distanciado de algunas de las políticas de su partido, pero su plan económico se volcaría a la izquierda y revertiría incluso algunas de las tímidas reformas de la era de Chirac.

Aunque Sarkozy y Royal encabezan las encuestas de preferencias, las mismas encuestas muestran que la mitad de los franceses no quiere a ninguno de los dos como presidente.


Revolución silenciosa
Royal podría quedar al margen de la segunda vuelta si los votantes imponen la revolución silenciosa propuesta por Bayrou que se proclama como el candidato de alternativa a la tradicional división entre derecha e izquierda

Y luego está el candidato de ultraderecha Jean-Marie Le Pen, dispuesto a repetir su sorprendente resultado de 2002, cuando avanzó a la segunda rueda con Chirac luego de superar al socialista Lionel Jospin. "Es una elección importante. Siento como que todas las cosas que solían ser importantes ya no lo son más", comentó Jean-Louis Margaux, uno de los dos indecisos frente a la araña de carteles proselitistas.
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Bayrou, Le Pen, Royal y Sarkozy.

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