El espectáculo de la tragedia

“Las imágenes de la masacre en Virginia Tech  —dice Inés Dussel— muestran una sucesión continua y confusa de policías en acción, cuerpos lastimados y rostros de estudiantes llorando, con una música que explicita tragedia. En las pantallas de la TV y las computadoras, se nos convoca a ver un episodio de una violencia inaudita de una manera que pretende ser grave, pero que en la misma repetición, y en la mirada estereotipada que sólo ve lo mismo de siempre, termina banalizándolo. Tenemos ahora también la confesión del perpetrador, cuya imagen amenazante y enloquecida convoca al peor morbo del que somos capaces. La serie de espectáculos trágicos a que nos tiene acostumbrados la televisión y que ahora se multiplica por Internet, buscan conmovernos y shockearnos, pero sólo hasta la próxima noticia cruenta que confirme lo que los noticieros nos repiten todos los días: «Qué mal está el mundo». Habría que tratar de detenerse un poco en esas imágenes para ver si pueden decirnos otra cosa; si nos ayudan a entender que se trata de mostrar vidas, y no cuerpos muertos; si dejan llorar y abrazar tranquilos a los deudos; si denuncian la complicidad los lobbies de las compañías armamentistas, el patrioterismo militarista y la intolerancia para que sucedan situaciones como éstas. A ver si nos ayudan a decidir que, a veces, es mejor no mirar, ni mostrar. A ver si sirven para entender el sinsentido, o más bien para aceptarlo más serenamente, y para promover políticas y sensibilidades que valoren y celebren la vida, la propia y la ajena”.