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 domingo, 15 de abril de 2007  
[Primera persona]
Pablo Gutiérrez Zaldivar: "La cultura permite volar"
El director del Centro Cultural de la UCA presenta un concurso que se propone reflexionar sobre el trabajo en la Argentina

Pablo Gutiérrez Zaldívar es el director general del Centro Cultural de la Universidad Católica Argentina (UCA). Abogado, se desempeñó en la compañía Siemens, en Alemania, y fue director de Cultura y Negocios en el Pabellón Argentina de la Expo 2000, que reunió a 164 países en la ciudad de Hannover. A su regreso al país, en 2001, promovió la creación de la institución que ahora lo tiene como director y que se propone difundir la cultura a través de la organización de eventos en las diferentes disciplinas artísticas y congregar a personas de diferentes procedencias e intereses en función de la producción cultural.

   El Centro Cultural de la UCA tiene sedes en Buenos Aires, Rosario, Mendoza y Paraná, donde se realizan seminarios, cursos, talleres, programas culturales y concursos nacionales. Precisamente Gutiérrez Zaldívar estuvo en Rosario para anunciar el lanzamiento del concurso de fotografía y literatura “La cultura del trabajo”, que la UCA realiza en forma conjunta con el Sindicato Unico de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Suterh).

   —El Centro Cultural está abierto a toda la comunidad —dice— y lo que busca es tener una presencia fuerte a través de la transmisión y el desarrollo cultural. Entre las diversas actividades, así como hay seminarios, cursos y talleres, servicios corporativos, un programa de cultura social, uno de los ejes principales son los concursos artísticos. El objetivo es ir más allá de lo estético. Nos interesa mucho el valor estético, pero también apreciar qué nos está comunicando, de qué nos habla la obra. Siempre pensamos en una temática aglutinante. En la época de la debacle del país, la temática que propuso el Centro Cultural fue “La Argentina por los argentinos”: cómo veíamos al país y qué planteábamos. Lo interesante de estos concursos es que, además de las exposiciones que podemos hacer, en ese momento era la Argentina por los argentinos según el pueblo, no según tal o cual artista prestigioso. Este año la temática es la cultura del trabajo, el trabajo como medio de unificación de la persona y aporte fundamental para el crecimiento de la comunidad.

   —¿Por qué eligieron ese tema?

   —En estos últimos años hubo momentos muy difíciles y ahora aparentemente la situación mejora, hay mayores empleos y nuevas fuentes de trabajo. Después de este período de 2001 hasta ahora, que parece muy extenso pero que fue muy breve, nos interesa invitar a los artistas, tanto del ámbito fotográfico como del literario, a transmitirnos sus experiencias, para saber cómo encuentran el trabajo hoy, ver oficios que a lo mejor uno toma como irrelevantes pero que hacen a la vida cotidiana. Entonces, con la pauta de la apertura que tiene el Centro Cultural, siempre buscamos interactuar y desarrollar estas actividades con otras instituciones, gubernamentales, no gubernamentales, ONGs, sindicatos, empresas.

   —¿Cómo se concreta esa pauta de apertura?

   —Nosotros buscamos hacer un aporte a través del Centro Cultural. Creemos que el cambio y el crecimiento vienen por parte del desarrollo cultural y la educación. Entendemos que nuestro aporte es un grano de arena en una playa gigantesca y que uno solo no puede producir el cambio. Uno tiene que interactuar con otras instituciones con las que, en determinados ámbitos, no hace falta tener acuerdo en todas las cuestiones; pero con ciertos acuerdos, donde encontramos consenso, nos juntamos para trabajar. Creo en el trabajo en equipo. Cada vez que entramos en un proyecto grande siempre sumamos dos o tres jugadores, la idea no es ir solos, no somos la voz cantante. En este trabajo se aprende mucho. Bueno, en octubre del año pasado se acercó la gente del Suterh para decirnos que les interesaba trabajar con nosotros. Entonces les explicamos que estábamos pensando en este concurso, “La cultura del trabajo”, que ahora está en todos los centros culturales de la UCA y la Fateryh, que es la federalización de los sindicatos de encargados de edificios. Entonces van a actuar los dos entes en todo el país. La gestión se va a desarrollar a través del Centro Cultural y la idea es hacer la exposición itinerante. Tenemos unos premios extraordinarios y muy buenos jurados. Estos concursos tienen repercusión desde Jujuy hasta Ushuaia. Hay dos categorías, una general y otra para escuelas. Dentro del Centro Cultural tenemos un programa, que se llama Cultura y escuelas, donde trabajamos con concursos especiales, invitaciones a los ciclos de historia, presentaciones musicales, festivales teatrales, ciclos de cine.

   —¿Cuándo comenzaron las actividades culturales de la UCA?

   —En el 2001. La universidad es búsqueda de la verdad, ámbito de diálogo, de pensamiento, de discusión, de investigación. Es una usina donde entran miles de jóvenes que son el futuro del país. Qué mejor lugar para empezar un centro cultural que un espacio así. Y algo característico del Centro Cultural en estos siete años es que la participación es totalmente heterogénea: si bien es de la Universidad Católica, viene gente de la tercera edad, vienen niños y en lo que son actividades culturales el 70, 80 por ciento son personas externas a la universidad.

   —¿Las sedes del Centro Cultural funcionan de manera integrada?

   —Sí. Hay una programación regional y otra a nivel país. Que sea a nivel país quiere decir que la programación se puede empezar a ejecutar en Rosario, en Paraná, en Mendoza o en Buenos Aires, indistintamente. Por ejemplo, “El despertar de una nación”, que fue una exposición de fotografía argentina del siglo XIX, se inauguró en Rosario y luego fue a Buenos Aires. Y después hay actividades más regionales, que son propias del lugar.

   —¿Cuál sería el perfil del Centro Cultural dentro de la oferta cultural?

   —Apostamos a la cultura y a la educación para crecer con el país. El cambio es posible. Es posible vivir en un país con respeto, con seguridad, con igualdad, con trabajo. Es arduo, es un camino difícil, pero es posible. Y para eso es muy bueno por ejemplo ayudar a una persona haciendo caridad con algo en concreto. Pero la educación y la cultura dan alas para volar. La persona que no tiene posibilidades de desarrollarse culturalmente es una deuda de todos. Veo al Centro Cultural de la Universidad Católica con una característica muy propia que es ir más allá de lo artístico, bello y extraordinario. A mí me llevan a una exposición que es estéticamente muy linda y puedo apreciarlo. Pero lo que siempre buscamos tener en claro es cuál es el mensaje. En “El despertar de una nación” planteamos cómo un grupo de personas convirtió a un poblado en uno de los mejores países del mundo. Cuál fue ese cambio, cómo fue creciendo, cuáles fueron los aciertos y los errores. Y esas personas fueron nuestros antepasados. Un joven puede pensar que Argentina siempre fue cola de tren, que este país nació fallido y no, este país nació para ser grande.

—¿El concurso “La cultura del trabajo” refiere al presente?

—Al presente y al futuro. Invitamos siempre a una reflexión para ver de dónde venimos, a dónde llegamos, por qué llegamos y hacia dónde tenemos que ir. Es una idea de trascendencia que nos permite ubicarnos en un lugar.
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Definición. Gutiérrez Zaldívar enfatiza en la apertura del Centro Cultural de la UCA.

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