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 domingo, 15 de abril de 2007  
Mercados
Ocultar la inflación, un atributo argentino

El cambio en la medición de la canasta básica (pasó de subir 3,6% a descender 0,2%) lleva a pensar que difícilmente los inversores confíen en los índices de inflación que a futuro publique el Indec. Esto ya produjo una baja generalizada de los títulos públicos argentinos.

No sólo descendieron los bonos en pesos ajustados por inflación, sino que al gobierno argentino le resulto difícil salir a buscar dólares al mercado colocando el Bonar X, título de la deuda pública argentina con vencimiento en el año 2017, que cortó a una tasa de retorno del 8,46% anual. Este es el título de más largo plazo del gobierno luego de la reestructuración de la deuda pública. La tasa que pagó fue un 4% superior a la del bono estadounidense.

La emisión autorizada de este título es por un monto total de 2.500 millones de dólares, en esta oportunidad se consiguieron sólo 750 millones de dólares, quedando por delante conseguir 1.750 millones de dólares lo que hace pensar que la tasa seguramente se colocara en niveles más elevados.

En el mundo las miradas están centradas en Estados Unidos, la Reserva Federal ya inclinó sus preferencias por mantener controlada la inflación dejando en un segundo plano la actividad económica.

En Estados Unidos se observa un marcado crecimiento del empleo y de los salarios en las empresas, sin que se aprecie una mejora en la productividad de la economía. La Reserva Federal teme que el mayor costo laboral se traslade a los precios, lo que implica a futuro una mayor inflación, y si esto ocurre la suba de tasas será inexorable, lo que terminará afectando a las acciones cotizantes.

En Europa la tasa de corto plazo no se modificó y sigue en el 3,75% anual. Sin embargo muchos analistas presagian que en el segundo semestre del año de persistir las presiones inflacionarias la tasa comenzará a subir. Algo parecido sucede en Japón y el sudeste asiático, principalmente en China. En el mundo emergente la apreciación de las monedas es una constante, tanto Brasil, México y Chile han visto como sus monedas se revalúan frente al dólar, lo que implica que deberán ajustar sus economías y trabajar en incrementar su productividad.

En este escenario, daría la impresión que el mundo está bajo la amenaza de la inflación. Las consecuencias son una tasa de interés mundial que se ubicará en niveles más altos que los actuales, las bolsas no podrán mostrar una perspectiva alcista postergando las subas hasta la segunda parte del año.

En lo que respecta a la Argentina, en las últimas ruedas una baja que se profundiza en los títulos públicos y un comportamiento lateral de las acciones. El dólar se mantiene estable (con tendencia a apreciarse) y la tasa de interés en ascenso. La cautela reina en los pronósticos y por el momento las sugerencias señalan que conviene seguir esperando a la hora de invertir. Se prevé que la tasa tiene un recorrido a la suba y las acciones no podrán escapar a esta realidad de mercado. El gobierno puede ocultar la inflación, pero no disimular la suba de tasas.
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