Clases de erotismo para amas de casa

Belén Travesaro / La Capital

Viernes a la noche, el momento más propicio. El bar Olimpo de Mendoza y Corrientes abrió sólo para ellas y puso toldos en las ventanas para darle al lugar más intimidad. Allí se concentraron mujeres de distintas generaciones y bien arregladas, con un mismo objetivo: aprender trucos para disfrutar plenamente de su sexualidad y sorprender a sus parejas. Pasadas las 23 apareció en escena Paola Kullock, la anfitriona. Lucía vestido negro transparente con detalles de encaje, un saco al tono, plumas, aros colorados y largos tacos finos. Con cabello corto y oscuro, cuerpo sin huellas de cirugías, sensualidad sin artificialidad y lejos de parecerse a una inalcanzable diva cinematográfica, la hermana de Luisa arrancó su clase-show sin tapujos y con una consigna audaz: jugar a ser prostitutas, ya no amas de casa ni profesionales.

"Prueben lo que les digo, no saben lo bien que se van a sentir. Háganlo por dinero con sus parejas y después vayan al shopping y cómprense esos zapatos rojos que siempre les llamaron la atención o esa cartera milimétrica que tanto les gusta pero no saben bien para qué sirve", disparó y captó de entrada la atención de una platea ávida de conocimiento proscripto.

Kullock, una porteña de Villa Ortúzar con 36 años, se autodefine como experta en juegos eróticos, no como sexóloga. Fue masajista profesional durante diez años y su clientela exclusivamente masculina le permitió develar muchos secretos: "Aprendí mucho", confiesa sin pudor como corresponde al oficio. Más tarde, comenzó a especializarse. Enseñó masaje erótico a varones, mujeres y parejas, y agregó otra disciplina afín, el strip tease, junto con técnicas de sexualidad e imagen personal. "Enseño los secretos de las profesionales para que los uses en la intimidad de tu hogar", sintetiza con su estilo directo ante la curiosa platea.


Para unas y otras
Desde el escenario del bar Olimpo y todavía con el saco puesto Kullock brilló por su simpatía Tanta desenvoltura para hablar de sexo descontracturó a la platea femenina que se animó a preguntar y también a participar de las demostraciones prácticas de la clase

La experta enumeró con lujo de detalles una serie de consejos eróticos que resultaron sorprendentes para las que recién se inician y no tanto para las más avezadas. Disparó tácticas inusuales: nada mejor para seducir a alguien en un bar que contarle que debajo de la pollera larga no se lleva bombacha, o directamente sacarse la prenda íntima y dársela en la mano. Después se zafó del todo: "¿Qué tan bien hacen el sexo oral?", disparó. Y se animó a entregar una receta casi impublicable: "Les doy dos secretos fundamentales: el entusiasmo y una buena respiración".


Atrevidas sugerencias
Pero no todas las recomendaciones fueron netamente eróticas también se refirió a la higiene y la salud Y también habló de la importancia de usar preservativo para evitar enfermedades de transmisión sexual Maten al slip fue otra de sus sugerencias ya que no le parece atractivo

Tocarse el pubis mientras se acaricia a la pareja, utilizar gel, practicar sexo oral habiendo tomado agua fría y después caliente, hacerlo con arroz cocido en la boca y cantar mientras tanto, enumeró Paola sin parar mientras la platea reía y se asombraba de los desopilantes trucos.

"Se quejan porque los mordemos", dijo la desenfadada experta y luego aconsejó el uso del protector dental y hasta el que utilizan quienes padecen brooksismo.

Usar tacos porque las piernas se alargan y se puede disimular la celulitis, ponerse portaligas, seducir con una camiseta mojada, leer literatura erótica, ver películas y utilizar juguetes fueron otras sugerencias.


Ansiosas y felices
A esta altura del espectáculo ya estaba sin saco y mostraba su curvilínea figura detrás del vestido negro semitransparente que dejaba ver su bombacha de encaje.

Luego de una clase que duró casi dos horas, aunque parecieron sólo algunos segundos, mujeres recién casadas y con hijos pequeños, solteras juveniles y cincuentonas exuberantes partieron felices.

La noche las recibió. Algunas encararon al boliche y otras rumbo a su hogar, acaso ansiosas de poner en práctica cada uno de los juegos aprendidos. ¿Quién sabe? Tal vez, algunas parejas hayan reencontrado la felicidad y la pasión perdida.

Paola Kullock ofreció un show para mujeres.