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 sábado, 30 de diciembre de 2006  
Se suicidó joven investigado por crimen de Javier Aragone

Buenos Aires- Un joven de 20 años a quien la policía investigaba por su presunta participación en el crimen de Javier Aragone, el comunicador asesinado hace ocho días en un asalto en su casa de San Isidro, se suicidó de un balazo en la cabeza en su vivienda del partido bonaerense de San Fernando.

Fuentes policiales informaron hoy a Télam que en poder del muchacho se secuestró un arma del mismo calibre con la que se cometió el homicidio que será peritada para determinar si efectivamente fue la utilizada en ambos hechos.

El joven, de 20 años y apellido Ledesma, fue encontrado muerto anoche en su casa ubicada en Gandolfo al 5300, en la localidad de Virreyes, partido de San Fernando, en el norte del conurbano.

Cuando la policía llegó al lugar, estableció que el muchacho se había suicidado de un balazo en la cabeza con una pistola calibre 9 milímetros que fue secuestrada por los investigadores, dijeron los informantes.

Una calificada fuente de la pesqusia explicó a Télam que la policía bonaerense investigaba a Ledesma por su presunta participación en el crimen de Aragone, un comunicador de 56 años, cometido el 22 de diciembre último en la localidad de San Isidro.

Aragone fue asesinado de un balazo por la espalda cuando quiso defender a su familia de tres asaltantes armados que habían entrado a robar a su casa ubicada en Formosa 561 de esa localidad.

“Podría ser uno de los asaltantes. Había sospechas y se lo investigaba pero sólo era una hipótesis que se manejaba”, precisó el pesquisa consultado.

El investigador indicó que no pesaba sobre el joven una acusación o imputación formal de la justicia y que la policía recién tomó conocimiento del hecho cuando se denunció el suicidio.

La fuente agregó que el arma secuestrada en la casa de Virreyes “coincide” con el calibre de la utilizada para matar a Aragone aunque aclaró que la pistola 9 milímetros es “muy común” de encontrar entre la población.

Sin embargo, señaló que la pistola incautada será sometida a pericias balísticas para determinar si se trata del arma utilizada en ambos hechos.

La causa por el cirmen de Aragone, caratulada “homicidio y robo agravado”, es investigada por el fiscal Fabián Brahim, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 de San Isidro.

El hecho ocurrió el viernes último alrededor de las 20.30 cuando Aragone preparaba la cena para su esposa, su hija embarazada, su yerno y otro de sus hijos que se encontraba descansando.

En esas circunstancias, el hombre fue sorprendido en la cocina por asaltantes que aparentemente entraron por los fondos de la vivienda y lo amenazaron en momentos en que su familia se hallaba reunida en el living.

Según las fuentes, el hombre se sorprendió al encontrarse con un joven armado e inmediatamente cerró la puerta que comunica a la cocina con el living para resguardar a su familia.

Mientras cerraba la puerta y, al darle la espalda al delincuente, Aragone recibió un tiro y quedó malherido en la cocina, explicaron los voceros.

Al escuchar el disparo, uno de sus hijos, de 24 años, fue a la cocina y lo encontró tirado en el piso, momento en que fue tomado de rehén por el agresor y otros dos cómplices.

Los informantes explicaron que pese a haber baleado al dueño de casa, los ladrones concretaron el robo y se apoderaron del dinero y los efectos de valor que encontraron.

Cuando la banda criminal escapó y llegó a la casa una ambulancia, Aragone ya había muerto.

En los días posteriores al crimen, los detectives de la comisaría primera y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro buscaron con sus informantes dentro de la villa La Cava de San Isidro cualquier dato que pudiera llevar a los autores del hecho.

La otra pista que siguen los investigadores es la camioneta con la que los delincuentes se fueron de la casa de la víctima que fue vista por vecinos y por el hijo de Aragone.

Los pesquisas procuraban determinar además si existió un entregador en el asalto, una versión que también fue sostenida ante la prensa por los vecinos de la víctima quienes denunciaron que los tres días anteriores al crimen, el guardia de seguridad privado de la garita del barrio no fue a trabajar. (Télam)
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