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 sábado, 30 de diciembre de 2006  
Alegría y rechazo en Medio Oriente

Willa Thayer

El Cairo.-Sus enemigos se regocijaron, sus defensores lo proclamaron mártir, y otros analizaron el impacto que tendrá en Irak la ejecución de Saddam Hussein.

Los kuwaitíes e iraníes aplaudieron la muerte del ex líder iraquí que condujo las guerras contra sus países.

“Este es el mejor regalo del Eid para la humanidad”, expresó Saad bin Tafla al-Ajmi, ex ministro de información de Kuwait, refiriéndose a Eid al-Adha, la festividad más importante del calendario islámico, que comenzó el sábado para los suníes.

Al-Ajmi dirige un comité estatal que busca a 605 personas desaparecidas durante los siete meses que Saddam ocupó Kuwait, a partir de 1990. Dijo que las familias de los desaparecidos estaban “extasiados”.

“Este es el castigo justo para quien ejecutó a nuestros hijos sin juicios”, sostuvo.

En Irán, que se enfrentó con Irak en una guerra de ocho años que mató a cientos de miles de personas de ambas partes después de la invasión de Saddam en 1980, la mayoría de la gente creía que el ex presidente iraquí había obtenido lo que merecía.

“La muerte era el castigo más leve para Saddam”, manifestó Hasan Mohebi, vendedor de frutas en Teherán. “Destruyó las vidas de millones de personas en la región”.

Para la estudiante universitaria Sare Naghavi, la muerte de Saddam llegó demasiado rápido.

Aunque no hubo comentarios oficiales de los líderes árabes, el gobierno del líder libio Moammar Gadhafi anunció un luto oficial de tres días y canceló todas las celebraciones del Eid.

El gobierno de Yemen, en tanto, pidió hasta último momento que fuera suspendida la ejecución, enviándole cartas al presidente estadounidense George W. Bush y a su colega iraquí Jalal Talabani.

Mohammed al-Douri, quien se desempeñó como embajador de Irak ante las Naciones Unidas previo a la invasión extranjera del 2003, declaró que “la nación árabe ha perdido a un héroe. También lo han hecho todos los que están en contra de Irán e Israel, y en favor de la unidad árabe”.

Un importante integrante de la Fraternidad Musulmana de Jordania, Jamil Abu-Bakr, advirtió que el gobierno de Bush deberá enfrentar graves consecuencias por la ejecución.

“Si Bush pensó que alcanzó la victoria con esta acción, está equivocado porque la resistencia iraquí se intensificará y el odio a Estados Unidos aumentará en la región”, indicó. (AP)
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Activista paquistaníes queman una bandera norteamericana en repudi por la ejecución.

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