¿Mascotas o víctimas inocentes?

Todos los días vemos que muchas personas sacan sus perros a la vía pública para que hagan sus necesidades fisiológicas: orinar y defecar. A veces se ven salir perritos casi desesperados de casas o departamentos tratando de alcanzar la vereda para poder aliviarse. Estos pobres animales no han cometido ningún delito, incluso nadie los juzgó, pero ellos están detenidos cumpliendo “arresto domiciliario”, y en condiciones de sufrimiento indescriptibles. Yo les digo a los dueños de esos pobres perros: hagan la prueba durante una semana de atender sus necesidades fisiológicas sólo una vez al día, de 20 a 20.30, por ejemplo, tal como ustedes hacen con sus mascotas. El resto del día a aguantar señores, y sientan en carne propia las presiones en sus vejigas, los dolores de panza, cabeza, etcétera que aparecerán cuando no es posible orinar o evacuar el vientre a su debido tiempo. Todos esos dolores horribles sufren estos canes día a día, con la diferencia de que los perros no pueden contarle sus sufrimientos espantosos. Las personas que quieran tener un perro en su hogar, que dispongan de un lugar para que los pobres pichichos puedan aliviarse cuando la naturaleza se los pida, y si no tienen un lugar para esto tan elemental, entonces no tengan perros en sus hogares, no los hagan sufrir así. No le impongan más tormentos a sus mascotas y de paso, dejen de contaminar la ciudad con heces y orina de sus animales. Eduardo C. Flamini, ingeniero químico de la UNL