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 viernes, 22 de diciembre de 2006  
Apaleados. El gremio presentará una denuncia penal por el violento desalojo que padecieron de la sede del Gobierno
Municipales van al paro y piden la renuncia del jefe comunal de Oliveros
Lo anunció Edgardo Quiroga, titular del Sitram de San Lorenzo, quien también detalló las lesiones sufridas

Marcelo Abram / La Capital

Oliveros. — “Creí que nos mataban”, con esta frase Edgardo Quiroga, Secretario General del Sindicato de Trabajadores Municipales (Sitram) de San Lorenzo inició ayer la conferencia de prensa en la que brindó detalles de la golpiza a la que fue sometido en la tarde del miércoles, cuando él y otras personas que ocupaban el edificio comunal de esta localidad fueron desalojados. Quiroga convocó a un paro de los municipales del cordón para el próximo miércoles y a un acto en la puertas de la comuna de Oliveros. Además pidió la renuncia del jefe comunal Oscar Moyano y del vicepresidente Omar Rosso.

  Apoyado sobre muletas, con el brazo derecho prácticamente inmovilizado y varios cortes en su rostro y cuello —como elocuente marca de la violencia y saña con la que fue atacado— el gremialista redobló la apuesta. “Vamos a exigir la reincorporación de los compañeros despedidos y la renuncia del jefe comunal Oscar Moyano y del vicepresidente Omar Rosso, que fue el que comandaba el grupo de patoteros que agredieron a los trabajadores y destrozaron la comuna”, sostuvo Quiroga.

  Lo cierto es que luego de que al amanecer del miércoles un grupo de trabajadores encabezados por Quiroga tomó las instalaciones de la comuna, y a horas de una reunión conciliatoria convocada por la Secretaría de Estado de Trabajo, un numeroso grupo de personas irrumpió en forma violenta por un portón lateral del edificio. Armados con barretas y otros elementos contundentes arremetió contra los ocupantes, sobre todo en perjuicio de Quiroga. Los agredidos optaron entonces por huir en distintas direcciones, siendo perseguidos varias cuadras, sin que ninguna autoridad policial tomara intervención.

  Luego de este hecho que sacudió la tranquilidad de Oliveros, y mientras la comuna decretaba asueto administrativo hasta el martes, la reunión entre las partes pasó para hoy en la sede Rosario de la Secretaría de Estado de Trabajo.

  El gremio anunció que en la próximas horas presentará una denuncia penal por los hechos de violencia. “Queremos que la Justicia investigue quién financió esta banda que superaba las cien personas, que seguramente no son de Oliveros”, sostuvo Quiroga, y agregó: “Además también queremos denunciar la complicidad de la policía que vio cómo estuvieron a punto de matarnos y no hicieron nada”.

  El eje del conflicto que devino en la toma de la comuna, además de una serie de atrasos en la recomposición del salario, tiene que ver con la situación de Angel Chiesa y Ovidio Caligaris, quienes se encuentran tramitando su jubilación, y al vencerse los plazos fueron despedidos. “Nosotros sabemos que la Secretaría de Trabajo quería volver todo a antes del conflicto, con los compañeros reincorporados, y por eso esta banda que gobierna la comuna recurrió a la violencia para retrasar todo”, sostuvo Quiroga.

  Con respecto a los hechos de violencia en sí el gremialista hizo aclaraciones. “Eran las cinco de la tarde, y solamente estábamos seis en el interior, porque el resto de los compañeros se había ido a descansar para venir a la noche, cuando vimos a un grupo de más de cien personas comandadas por el vicepresidente comunal Rosso, que empezó a destrozar los chapones de un portón lateral”.

Golpiza con hierros y cadenas
Quiroga agregó que “empezaron a tirar bombas de estruendo —que cuestan tres pesos cada una— y se arrojaron más de 500, algunos tenían cuchillos, otros dos exhibían a cada rato un revolver, hasta que con una camioneta el vicepresidente de la comuna arrancó el portón, entraron y rompieron todo lo que encontraron a su paso y nos atacaron. La mayoría de ellos estaba en un estado lamentable, alcoholizados, drogados. Fuimos salvajemente golpeados con hierros, cadenas, palos y todo lo que servía para lastimar”.

  Al referirse a su estado particular Quiroga, quien permaneció varias horas en observación en el Hospital de San Lorenzo, remarcó: “Tengo un puntazo a la altura del cuello, la rótula de la pierna izquierda está destrozada, y voy a tener que ser operado. El oído izquierdo también está seriamente comprometido, tengo varios coágulos internos, mi brazo derecho está muy golpeado y no lo puedo mover”, y agregó: “En un momento sinceramente creí que me mataban, pero me van a tener que matar para que deje de luchar junto a los trabajadores”.

Solidaridad y repudio
Mientras seguían llegando en forma incesante mensajes de solidaridad de distintas organizaciones gremiales y políticas de distintos lugares, Quiroga recordó los hechos del Hospital Francés. “Parece que estamos ante una nueva metodología que pretende imponerse en el país para reprimir a los trabajadores, como ya pasó en el Francés. Ahora no alcanza con la policía y es mejor armar esta banda de patoteros que la compran con unos pocos pesos y algo de merca para reprimir con violencia”.

  Al convocar a un paro de los municipales del cordón y un acto en la puertas de la comuna de Oliveros, Quiroga sostuvo que se van a manifestar en forma pacífica “porque los violentos son ellos, acá gobierna el Frente Cívico, que supuestamente pretende renovar la política de la provincia, me gustaría saber qué va a decir Hermes Binner ahora que lo quería a Moyano en la lista de diputados”, y remarcó que van “a pedir la renuncia de quienes destrozaron la comuna y financiaron la patota, Moyano y Rosso. Lo haremos pacíficamente”.
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Golpiza. Quiroga dijo que tiene la rótula de la pierna destrozada y un puntazo en el cuello.



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