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 viernes, 22 de diciembre de 2006  
El centro fue un caos por la compra de regalos y la "locura prenavideña"
Se vieron embotellamientos en el tránsito, largas colas para tomar taxis y gente con paquetes por todos lados

"Esto es una locura, la gente nos lleva por delante", contó ayer una promotora de perfumes apostada en Córdoba y Entre Ríos. Una frase similar repitió un rato después otra empleada de Falabella. "Directamente te atropellan", graficó. Es que las fiestas siempre llegan después de días de mucho apuro por terminar cosas pendientes y, sobre todo, por cierta locura de consumo, que incluye la compra de regalos para la Nochebuena y de provisiones para las mesas navideña y de Año Nuevo. En las calles del centro se vieron más autos que de costumbre, sobre todo por San Luis y por San Lorenzo hacia el centro, lo que provocó embotellamientos. Y en las peatonales, tanto a la mañana como a la tarde hubo multitudes cargadas con paquetes.

Durante los últimos días previos a la Navidad nadie quiere perderse la oportunidad de ganar un peso extra, ni en los locales comerciales, ni en la calle, donde los vendedores ambulantes ofrecen juguetes, todo tipo de novedades y hasta papel para envolver los regalos. El panorama se repite en distintas calles céntricas, tanto sobre las peatonales como en San Luis.

También se vieron muchos taxis, pero igual, como ya se sabe, no alcanzaron. Desde temprano -e incluso en los barrios- se vio gente en las esquinas esperándolos. Pero en el centro, a las horas pico, se armaron verdaderas colas de hasta 20 personas cargadas con paquetes y extenuadas por el raíd navideño.

Aun así, quienes están atrás de los mostradores muestran opiniones distintas sobre si -al menos hasta ayer- este año hubo más o menos movimiento comercial que en los anteriores. "Para mí esta vez la gente salió a comprar antes y por eso no se juntó tanta de golpe, como sí pasó los últimos dos días del año pasado", razonó Lorena, a cargo de un local de venta de bijou y convencida incluso de que se vendió más a principios de la semana pasada que ayer y anteayer.

En cambio, otros comerciantes sostienen que las ventas navideñas mostrarán mejor performance este año. El titular de la Asociación Empresaria, Elías Soso, por ejemplo, ya se atrevió a calcular un incremento del 10 por ciento. De todos modos, habrá que esperar a ver qué dicen las estadísticas tras las fiestas.

Sea como sea, por intenciones de compra o por la proximidad del feriado largo, las calles estuvieron congestionadas. "Acá hay un parque automotor que sigue en aumento -razonó un inspector de Tránsito en San Lorenzo y Sarmiento-. Si se saturan todos los días, en estas fechas obviamente pasa mucho más".

De hecho, San Lorenzo y San Luis a la altura del centro fueron las dos arterias más embotelladas porque por ellas circulan la mayoría de los ómnibus, taxis y autos particulares. Y en varias esquinas se vieron vehículos tapando las bocacalles, con filas de más de una cuadra.

Y como no podía ser de otro modo, los taxis no dieron abasto. En las paradas del centro hubo colas largas, con gente llena de paquetes esperando poder volver a su hogar sentada, una pretensión difícil de satisfacer a bordo de los colectivos.

A medida que transcurría el día, el clima se fue poniendo cada vez más febril. "Pasa lo de siempre: los últimos días todos salimos desesperados a comprar y queremos volver con los regalos, sea como sea", sentenció, tapada de paquetes, una de las tantas contagiadas por lo que ella misma llamó "locura navideña".
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