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 viernes, 22 de diciembre de 2006  
Los empleados del Pami decidieron suspender la entrega de medicamentos
Dijeron que no dan abasto para atender la demanda. El director de la obra social puso a disposición su renuncia

Los abuelos no salían de su asombro cuando repentina y unilateralmente los empleados del Pami decidieron ayer suspender la entrega y tramitación de medicamentos, un papeleo que de por sí resulta siempre engorroso. La medida fue tomada en demanda de más personal y la aplicación de un sistema informático operativo para realizar esa tarea. "No damos abasto ante tanta demanda", dijeron los agentes de la obra social.

La noticia fue confirmada por el director del Pami Rosario, Juan Carlos Achilli, quien dijo que los empleados no entregarán medicamentos a los pasivos hasta el martes, ya que hoy es asueto para quienes se desempeñan en esa repartición nacional.

El anuncio fue hecho en medio de un clima tenso mientras los jubilados, que se agolpaban en la sede de San Lorenzo al 900, clamaban por una atención "digna" y una respuesta "inmediata" ante la falta de disposición a sus pedidos de provisión de remedios.

Los empleados, por su parte, dejaron sus escritorios vacíos y optaron por retirarse. "Vamos a reiniciar la actividad el día martes. Lo siento mucho, les pido disculpas por lo que están pasando pero esta es la decisión del personal", fue el anuncio de Achilli en medio de la indignación de los pasivos presentes que exclamaban en tono de sorpresa.


Estrés
El máximo referente del Pami Rosario agregó que "el personal está pidiendo mayor cantidad de empleados. "Tengo muchas dificultades operativas, están desbordados y en medio de una situación que provoca mucho estrés", amplió.

Tanto es así que, aún habiendo hecho el reclamo correspondiente al Pami central en Buenos Aires, los requerimientos de Achilli cayeron en saco roto. En ese marco, dijo que presentó su renuncia en dos oportunidades a la titular a nivel nacional de la obra social, Graciela Ocaña.

"Los acontecimientos me superan porque nunca he podido implementar todas las herramientas que necesito para agilizar la cuestión", insistió el responsable del instituto antes de agregar: "No me autorizaron horas extras, pedí pasantes pero no llegaron y las computadoras tampoco". En verdad, esos trámites están gestionándose, con los tiempos de la misma burocracia que traba los nuevos pedidos de remedios.

Contraatacando, algunos de los abuelos presentes en el lugar remarcaron que el problema es que el personal "no es idóneo".

La resolución que modificó el sistema de entrega y solicitud de medicamentos tiene cerca de 18 meses. Sin embargo, nunca llegaron las soluciones. "Muchas veces las bases diseñan las ideas sobre cuestiones administrativas que siempre tienen tiempos diferentes a lo asistencial", se quejó Achilli.

En el sector de distribución de medicamentos del Pami Rosario hay un staff no permanente de diez personas para una afluencia diaria de 200 jubilados. Toda una muestra de la falta de personal.
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