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 sábado, 16 de diciembre de 2006  
Perpetua por violar y matar a mazazos a mujer discapacitada

Buenos Aires.- La Justicia condenó a prisión perpetua a un hombre de 30 años quien, alcoholizado, violó y luego asesinó a mazazos a una anciana discapacitada que se desplazaba en silla de ruedas. La sentencia recayó sobre Marcelino Zamora y fue dictada ayer por el Tribunal Oral 25 de Capital Federal, que lo encontró culpable del asesinato de Argentina Florentín, de 63, cometido el 27 de julio de 2003, en una vivienda de la porteña villa 21, lugar en el que ambos residían.

Los jueces Alfredo Imbrogno, Rodolfo Bustos Lambert y Carlos Argeo Binda consideraron que el ahora condenado asesinó para encubrir un delito previo. Por su parte, la defensora Silvia Maldonado pidió la absolución por la ebriedad crónica de su cliente y postuló que la relación sexual entre Zamora y Florentín fue consentida. Los magistrados consideraron probado, a partir de los dichos de los testigos (familiares de la occisa y del condenado) que Zamora llegó a la villa el 27 de julio de 2003 completamente borracho. A las 8 de la mañana, entró a la casilla a través de una pequeña ventana. Luego violó y asesinó a golpes a la mujer que allí vivía.

Una de las bases del fallo fue la declaración de uno de los hijos de la víctima quien, como todos los días iba a ver si su madre "necesitaba algo". Y, cuando llegó esa mañana, se encontró con el condenado saliendo del cuarto de Florentín. "Me sorprendí mucho y me quedé mirándolo... Salió caminando, tenía aspecto de estar drogado o borracho", testificó Carlos Bargas. Los vecinos coincidieron en que el condenado estaba frecuentemente borracho, pero que en sus períodos de sobriedad era correcto y trabajador.

Menos contundente fue la pericia médica de la tanatóloga Lancelle de Pejko, quien señaló que el acceso carnal no fue violento, y que había tenido lugar antes de las lesiones que mataron a Florentín, aunque luego relativizó sus propios dichos. Los jueces la criticaron con dureza al señalar que la patóloga "ha especulado, transformando una explicación científica en una inferencia que termina como la imprecisión de la brocha gorda... Con poco conocimiento" del caso. (Télam)
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