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 domingo, 26 de noviembre de 2006  
Carrió apoya a Binner y asegura que no pedirá "nada a cambio"
Lilita dejó de lado las diferencias con el postulante a la Casa Gris y reafirmó sus lazos con Giustiniani

Rodolfo Montes / La Capital

Elisa Carrió espera el verano con una preocupación que la tiene "un poco estresada": está por cumplir 50 años. Con muchos menos kilos que en otras temporadas, la líder del ARI luce un color dorado perfecto, que contrasta, cuidadosamente, con un conjunto negro de la marca del cocodrilo que, algo ajustado al cuerpo, deja ver su nueva humanidad. Apasionada como siempre, Carrió no paró durante más de una hora, en exclusiva con La Capital, de hablar de política, filosofía, del pasado y del futuro. "Terminó mi época de Jeremías, ahora vendrán sólo buenas noticias", dijo, y se rió de sí misma. Luego será el turno de lanzar la frase que repercutirá en el tablero santafesino: "Apoyo a Binner en Santa Fe sin pedir nada a cambio".

-El ARI había definido jugar en soledad, pero ahora promueve una alianza. ¿Hubo un cambio de política?

-En mayo, en Mendoza, dijimos: seguimos solos hasta diciembre y ahí vemos quiénes son los que resisten. Mientras tanto mantuvimos conversaciones privadas con varios líderes políticos, sociales y religiosos, pero manteniéndolas en reserva. Pagábamos un costo político porque se decía, erróneamente: "Carrió no habla con nadie".

-Puso a todos en un período de prueba para saber quién se dejaba tentar por Kirchner y quién no.

-No quiero hacer consideraciones en ese sentido. Digo que venimos hablando con muchos que resisten, y no sólo con Rubén Giustiniani, también con radicales, sectores económicos, sociales y religiosos.

-Justamente, con Giustiniani, hubo un tiempo donde la relación fue de fuertes cruces y nada amistosa.

-Es cierto, teníamos cuestiones abiertas en relación al pasado, y hubo que recrear confianzas y lealtades. Yo perdoné. Eso lleva un tiempo y es lo que hace cualquier dirigente serio que no está desesperado por salir en la tapa de los diarios. Fue un modo de mantener una estrategia en un país sin estrategia.

-Reparó vínculos que habían sido dañados en el pasado, ¿pero las causas que precipitaron aquel conflicto -por caso, la discusión por la despenalización del aborto- siguen vigentes. Usted sigue siendo contraria a esos proyectos y el PS los sigue promoviendo.

-La cuestión es que estamos de acuerdo en muchas definiciones políticas del país que queremos, lo que nosotros llamamos el contrato moral y republicano por la distribución del ingreso. Ahora, en un tema que divide opiniones, tenemos libertad de conciencia. Veo que las coaliciones de nueva mayoría que se están dando en el mundo, como el triunfo demócrata en Estados Unidos, comprende la interreligiosidad, diversidad cultural, hispanos, negros, clase media alta, mujeres: este es el nuevo paradigma.

-¿Cómo define a su partido de nuevo paradigma?

-Policlasista...

-Bueno, si hay algo que caracterizó a los partidos populares de la Argentina, fue justamente su condición de policlasistas.

-Sí, pero no todos los partidos en el mundo de la tradición de derecha o izquierda eran policlasistas. Somos diversos en lo cultural, pero tenemos parámetros preideológicos muy claros: contrato moral (lo que sucedió en Misiones), la conducta y la conciencia no tienen precio.

-¿Distribuir riqueza, luchar contra la pobreza y por la equidad, acotando las ganancias de las elites económicas, no es más bien de izquierda?

-No; es parte del contrato moral. Usted puede ser de derecha o de izquierda, pero es responsable por los pobres de su país y de la falta de oportunidades. El que no responde a estos problemas y consiente la pobreza, tiene un problema moral, no ideológico. Me dicen, "Carrió es testimonial", y yo les contesto, señores, el testimonio rompió culturas. Un cura (por Joaquín Piña) con una remera de San Miguel Arcángel y una monja en moto le ganaron al aparente poder omnímodo de Kirchner en Misiones y cambió la política.

-Hablando de Piña, ¿por qué decidió no ir a Misiones a darle un apoyo explícito?

-Porque lo conozco mucho, sabía que iba a ganar y no quise hacer un uso político del tema. No uso políticamente a nadie, ese era su mérito y el del pueblo misionero.

-¿Con Binner hace mucho que no habla?

-Nosotros decidimos apoyar a Binner en su candidatura a gobernador de Santa Fe desde siempre, no desde ahora. En su momento dije: "Apoyo a Binner", aunque no nos hayan entregado ni siquiera las boletas.

-¿Necesita también amigarse con Binner?

-Yo he sido clara desde el inicio del gobierno de Kirchner, fui siempre una opositora neta. Hablé de los plenos poderes cuando nadie hablaba, de la corrupción y las violaciones a la libertad de expresión cuando nadie hablaba. En cambio, otros fueron kirchneristas, incluso la sociedad. Me tocó decir muchas cosas, pero ahora dejé de ser Jeremías, ahora reúno y sólo doy buenas noticias (risas).

-Si avanza la alianza con el PS, ¿cómo imagina que congeniará el discurso de Binner en la campaña santafesina con el suyo, 50 días después, a nivel nacional?

-Si fuera que el Partido Socialista termina apoyando mi candidatura, Binner tendrá cero condicionamiento de mi parte; el Frente Progresista tendrá cero condicionamiento. No habrá ningún tipo de interferencia. No pido absolutamente nada.

-Usted no pide nada, pero en política las influencias suceden, más allá de la voluntad de los actores.

-No soy una política tradicional, y no habrá intercambios. Yo apoyo a Binner en Santa Fe porque creo que es lo mejor para la provincia, y esto no implica que tenga que haber reciprocidad a nivel nacional. Binner podría no respaldar mi candidatura si así lo quisiera... Nosotros lo vamos a apoyar para que sea gobernador de todos modos y con la misma disposición.

-Cuesta imaginar dos discursos distintos en dos campañas simultáneas, con el mismo votante.

-La gente no está pendiente de las especulaciones del periodismo. Ni Binner depende de mí en Santa Fe, ni yo dependo de Binner a nivel nacional, tenemos dos estilos distintos, y dos sexos distintos... (carcajadas). Gracias a Dios.
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"Hermes Binner podría no apoyar mi candidatura, si no la quisiera", concedió Carrió.

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