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 sábado, 18 de noviembre de 2006  
Diseño > cocinas
Apuntes para mejorar el confort

Jesica Gullotto

La cocina es uno de los ambientes más cálidos y acogedores del hogar. Es —por excelencia— el área de reunión más utilizada y activa. Es el alma de la casa. Sin dudas, el fuego siempre ha sido un elemento cultural convocante. Cuando se reúne un grupo, en una situación dominada por la informalidad, lo más frecuente es acercarse a este lugar tan especial donde además de prepararse los alimentos, la familia transita muchos de los momentos más intensos del día.

  Los criterios de diseño y decoración para las cocinas dependen de los gustos y preferencias de cada propietario. Como patrón de ordenamiento se debe procurar lograr una disposición funcional, sencilla y cómoda, de acuerdo al espacio disponible.

  El principal desafío es distribuir, en forma adecuada, cada uno de los muebles, de modo que se pueda aprovechar cada rincón. Para ello será conveniente priorizar el área de trabajo, que incluye las dos zonas más importantes de la cocina: la de preparación y cocción de los alimentos, y la del lavado.

  Una regla para lograr una efectiva distribución es que el trayecto entre la cocina, la pileta de lavar y la heladera sea lo más corto posible. Cuanto más cerca se encuentren estos elementos, más funcional es el ambiente.

  Es imprescindible que la zona de cocción cuente con un sistema de extracción potente con salida al exterior para evitar que el olor de las comidas se concentre y permanezca en el ambiente. Una campana metálica (sin motor) con un extractor insertado en el extremo del conducto de la misma, renueva el aire con mayor rapidez. Se recomienda que los enchufes de los aparatos electrónicos se ubiquen a diez centímetros debajo de la alacena.

  Una mesada amplia, capaz de soportar altas temperaturas y peso, no debe pasar los ochenta centímetros de altura. Los materiales más resistentes y usados son el mármol y el acero inoxidable (aunque éste se raya con facilidad), y en tercer lugar, la madera, el más resistente al calor y a los golpes, que otorga un toque natural y cálido.

  El granito no es una buena opción. Está formado por piedras aglutinadas a través de un proceso de compactación cementicia que con el tiempo, la piedra se desgasta y comienza a desprender arenilla. Otros materiales disponibles, pero quizá no tan frecuentes, son el laminado y melamínico, que ofrecen gran variedad de tonos y combinaciones y son fáciles de limpiar.

  Para mayor comodidad, siempre que el espacio lo permita, conviene instalar una barra de cocina a la misma altura de la mesada. Con una banqueta de cada lado puede convertirse en un lugar excelente para comidas rápidas o desayunos.

  Otra opción muy interesante son las islas, un eje de acción para cocinas amplias, que permiten generar prácticos espacios de guardado y además son ideales para decorar con elementos de vidrio sobre la superficie.

  Materiales como la madera y el acero ejercen un buen contrapunto entre lo cálido y lo frío en el mismo ambiente.

  Con respecto a la pileta de lavar, la mejor ubicación es frente a una ventana. Eso permite una perfecta iluminación natural y durante la noche se puede recurrir a luces embutidas en el cielorraso.

  Otro punto importante a tener en cuenta es la relación entre la cocina y el comedor diario. Para potenciar una eficiente comunicación entre esos dos ambientes y mantener el carácter de cada uno, se puede instalar un pasaplatos, que puede ser del mismo material que las ventanas o la mesada.

  Un recurso muy utilizado en los comedores diarios son los bancos amurados que permiten aprovechar mejor el espacio. Se puede buscar textura y color para el revestimiento. Ese toque puede aportar mucha calidez.

  La luminosidad en este espacio es muy significativa. Puede llegar a determinar la personalidad y el confort del ambiente. Siempre hay que tratar de aprovechar y utilizar el máximo de luz natural. Es un aporte de valía para la calidad de vida del lugar.

  En cuanto a las alacenas, conviene usar vidrios esmerilados en las puertas ya que dejan pasar parcialmente la luz, revelando formas y volúmenes de la vajilla, y ocultándola al mismo tiempo.

  Hay que definir sectores para la iluminación. Las pantallas grandes pueden ir sobre la mesa del comedor y los pequeños pero potentes focos son buenos para encima de las mesadas. Tener en cuenta que los pisos brillantes incorporan más luz y los más oscuros son más sufridos.
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