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 domingo, 29 de octubre de 2006  
Filántropos. Hay 9.000 en Argentina
"El presidente masón número 15 es una asignatura pendiente"
Sergio Nunes, el gran maestre de la Gran Logia, estuvo de paso por Rosario para dictar una conferencia

Lucas Ameriso / La Capital

Libertad, Igualdad y Fraternidad son tres ideas fuerza que remiten de inmediato a los estandartes de la Revolución Francesa de 1789, pero en realidad son la expresión más cabal de la masonería. Sus impulsores fueron parte de la Revolución de Mayo de 1810 y dejaron su huella en la historia política del país. En la actualidad, los masones argentinos llegan a unos 9.000, y ya cuentan con una logia en la Antártida. El viernes, el gran maestre de la Gran Logia Argentina, Sergio Nunes, estuvo en Rosario para presidir una conferencia donde pudo acudir público en general. En una extensa charla con La Capital, el gran maestre criticó la ley de educación, y recordó que el país tuvo 14 presidentes de origen masón. Nunes tiene 49 años y desde los 22 integra la logia. Este porteño, fue elegido gran maestre hasta junio de 2008 y su aspecto dista mucho del de un sujeto misterioso.

-¿Por qué tanto oscurantismo en la masonería?

-No es secreta, sino discreta, tampoco es una secta, ni religión, ni partido político. No responde a un dogma o una doctrina. La masonería trabaja con rituales desde hace siglos, pero es una posibilidad de igualación. Es un culto al conocimiento, al perfeccionamiento y a la tolerancia. Cada logia genera un programa anual de actividades. Propugna el crecimiento del ser humano para que se instale en las mejores funciones y puestos estratégicos.

-¿Cuál es la relación entre la masonería y la Iglesia Católica?

-Tuvo algunos puntos disidentes como el matrimonio civil, la ley de cementerios y la enseñanza laica, gratuita y obligatoria, y la historia nos dio la razón. Hoy es una relación de coexistencia. La masonería recepta católicos, judíos y protestantes. No me parece que la masonería sea anticlerical, pero sí hay miembros de la iglesia que no nos aceptan.

-¿Por qué no ingresan las mujeres?

-Ellas tienen su propio trabajo masónico en el país. Hay una Gran Logia femenina y tiene los mismos ritos y ceremonias que hacemos nosotros con estructura muy similar.

-Pero no se juntan hombres y mujeres...

-En las mismas logias no nos juntamos hombres y mujeres, pero sí hay actividades profanas de difusión en donde hemos hecho algunas acciones en conjunto.

-Afirman que la Argentina tuvo 14 presidentes masones hasta 1940. ¿Están dadas las condiciones para el número 15?

-Ojalá que sí. Me parece que el presidente número 15 es una asignatura pendiente y pueda hacer falta mayor cantidad de jueces, legisladores, de hombres decisores en la sociedad que hagan de la Argentina una nueva realidad.

-¿Cómo se sostienen económicamente?

-De la cuota social de los miembros, donaciones y otros recursos para ejercer la filantropía. Hoy en Buenos Aires se atiende a 900 chicos que van a comedores escolares y hay becas de estudio.

-¿Qué opina del Opus Dei?

-Es una organización religiosa con la que no compartimos algunos métodos con los que se desenvuelven, sí quizás algunos de sus principios.

-¿No pasó de moda la masonería?

-Hoy hay temas en la agenda que reeditan algunos de los principios de la masonería. En el proyecto para la nueva ley federal de educación, que mucho se discute al respecto, no dice en ningún momento que debe ser laica.

-¿Qué está en las antípodas de un masón?

-El totalitarismo, alguien que con una verdad revelada afecte libertades individuales. Somos republicanos y democráticos. Nos gustaría que nunca más haya un golpe de Estado. Y que todos los ciudadanos tengan libertad de oportunidades y se realicen a través del trabajo.

-¿Aceptan militares?

-Militares, curas, obispos y a todos los librepensadores. Ahora, si alguien tiene un proceso judicial debe informarlo, para que la comisión de disciplina evalúe y aplique sanciones.

-¿Algún presidente desde el advenimiento de la democracia quiso ser masón?

-Enunciaron su intención varios, pero ninguno la concretó.
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"No somos secretos, sino discretos, y no respondemos a un dogma", dijo Nunes.

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