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 jueves, 26 de octubre de 2006  
Méxicos: docentes y la Appo amenazan con no dejar asumir a Calderón

México- El gremio docente y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (Appo) advirtieron hoy que impedirán la asunción del presidente electo, Felipe Calderón, el 1 de diciembre próximo, si el gobierno federal no accede a destituir al gobernador de ese estado sureño, Ulises Ruiz Ortiz.

Los docentes y la Appo dieron al gobierno del presidente Vicente Fox un plazo de 72 horas, que vencerá mañana, para que remueva a Ruiz.

“Nuestra postura es irrenunciable: si el estado federal no destituye al ex (sic) gobernador Ruiz, los 70.000 docentes oaxaqueños marcharemos hacia el distrito federal para impedir que Calderón asuma el cargo que ganó ilegítimamente en elecciones fraudulentas”, advirtió a Télam el docente Cayetano Arzate Benítez, miembro de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Oaxaca.

El docente es uno de los cientos de oaxaqueños que marcharon 18 días a pie a lo largo de 520 kilómetros para acampar frente al edificio del Senado, en el corazón del distrito federal.

La profunda crisis social que estalló en Oaxaca, y que amenaza a otros estados mexicanos, tiene raíces arraigadas en la inequidad social, una suerte de olla a presión en constante ebullición.

En Oaxaca, la válvula de escape fue el reclamo que iniciaron los docentes el 1 de mayo último, cuando presentaron al gobernador Ruiz un petitorio con reclamos económicos, sociales y políticos.

Ruiz pertenece al Partido de la Revolución Institucional (PRI) y accedió a la gobernación en alianza con el Partido de Acción Nacional (PAN), del presidente Vicente Fox, y Calderón, su sucesor electo, en comicios que el grueso de los oaxaqueños califican como fraudulentas.

En el plano económico los docentes reclaman una “rezonificación” que les permita compensar los costos de vivir en una región desfavorable con precios acomodados al turismo que visita la costa del estado y la ciudad colonial Oaxaca, que fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El reclamo social exige más presupuesto para infraestructura, uniformes escolares y material didáctico acorde a las necesidades de la región y el político la libertad incondicional de los presos sociales, “que en Oaxaca suman 70”, según Arzate Benítez.

La situación se salió de control el 14 de junio último, cuando el gobernador Ruiz ordenó a la policía estatal desalojar un campamento de protesta con una feroz represión que está reflejada en una muestra fotográfica frente al monumento a Benito Juárez, en el distrito federal, donde un grupo de maestros oaxaqueños realiza una huelga de hambre desde hace 11 días.

El primer reclamo de los docentes y la Appo pasó a ser la destitución del gobernador, que se mantiene en su puesto aun cuando el gobierno federal cedió al reclamo de rezonificación, aunque extendido a todo el país.

“No vamos a quitar el dedo del renglón en el reclamo de la destitución del ex gobernador Ruiz Ortiz, porque se trata de un tirano y represor que no atiende los reclamos del pueblo”, aseguró Arzate Benítez a Télam, en un diálogo en el que siempre que se refirió al mandatario, lo hizo anteponiendo a su cargo la partícula “ex”.

El reclamo fue creciendo proporcionalmente a los hechos de violencia, mientras una comisión negociadora intentaba destrabar la situación en la capital del país, y terminó de desbarrancarse hace diez días, cuando paradójicamente estaba cerca un atisbo de solución.

Aunque a regañadientes, con la rezonificación y las promesas de mayor presupuesto, el gremio docente estaba dispuesto a evaluar el levantamiento de la medida para dar inicio al ciclo lectivo 2006-07, a pesar de que los senadores del PAN y del PRI rechazaron la declaración de “ingobernabilidad” de Oaxaca, que hubiera forzado la renuncia del gobernador.

Pero a las pocas horas fue asesinado a balazos un docente, cuando salía de una reunión de la Appo, y la protesta se repotenció.

En el medio quedó el dirigente de los docentes Enrique Rueda Pacheco, que se comprometió públicamente a reiniciar las clases antes del fin de este mes.

Arzate Benítez no dudó en señalar que Rueda Pacheco fue comprado por el gobierno federal, que ejerce una “política sucia”, y anticipó que mañana, cuando venza el plazo de 72 horas que los docentes y la Appo pusieron para la dimisión del gobernador, “el pueblo va a cortar con barricadas todos los accesos a Oaxaca”.

Las autoridades amenazaron con el envío de fuerzas federales, pero eso implicaría un enfrentamiento con los pobladores de Oaxaca que ni Fox quiere para su último mes de mandato ni su sucesor, Calderón, como herencia para su gestión.

“Este es un problema del gobierno federal; si no lo resuelven sacando al ex gobernador, los 70.000 docentes de Oaxaca marcharán sobre el DF para impedir la asunción de Calderón, y estamos dispuestos a tomar los edificios públicos y hasta el palacio de gobierno para impedirlo”, advirtió Arzate Benítez.

El entrevistado aseguró que, en busca de ese objetivo, “tenemos el respaldo del sindicato de electricistas (SME) y no descartamos dejar al DF a oscuras”.

“Nosotros no estamos financiados por partidos políticos y no somos violentos, como dicen desde el gobierno; rechazamos la violencia que ejercen otros movimientos, como el de Chiapas, pero estamos dispuestos a llegar a fin con nuestros reclamos; el gobierno federal tiene que designar a un gobernador interino y convocar a elecciones para que Oaxaca sea gobernado por una persona realmente elegida por el pueblo”, concluyó Arzate Benítez. (Télam)
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