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 sábado, 07 de octubre de 2006  
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Un 7 de octubre...

Guillermo Zinni / La Capital

1849: Muere Edgar Allan Poe, el genial maestro de lo macabro

Edgar Allan Poe, el maestro de lo macabro y uno de los más reconocidos cuentistas de la historia de la literatura, nació en Boston (Massachussetts, EEUU) el 19 de enero de 1809, y fue hijo de un matrimonio de actores ambulantes. Su padre se fue para no volver y su madre murió de tuberculosis cuando Edgar tenía dos años de edad. Fue adoptado por el comerciante escocés John Allan, quien se dedicaba al comercio de tabaco en Virginia y del que tomó su primer apellido. El joven Allan fue expulsado de la universidad de Virginia por jugador, y además de que llevaba un desempeño académico deplorable, supo tener innumerables deudas producto de sus apuestas. Rompió relaciones con su padre adoptivo y se marchó a Boston, ciudad donde publicó su primer volumen de poesías: "Tamerlán" (1827), en el que denotó una leve inclinación byroniana. En 1830 fue admitido en la Academia Militar de West Point, de la que sin embargo pronto fue expulsado, dedicándose entonces a una agitada carrera literaria. En 1831 publicó "Poesías", mientras apenas lograba sobrevivir con un magro sueldo de periodista. Realizó varias colaboraciones y llegó a la dirección del periódico Southern Literary Messenger. Después de varios cuentos en prosa

-como los de "Historias extraordinarias"- y algunos artículos críticos obtuvo una considerable reputación literaria que llegó a la cumbre en 1845 con su obra "El cuervo". Pero el éxito no lo alejó de su fuerte tendencia a la depresión. El alcoholismo lo arrastró a sus ataques de melancolía de la misma manera que su melancolía lo arrastraba al alcoholismo. En 1825 se casó con una prima de trece años de edad y este matrimonio colaboró con su siempre deteriorado equilibrio mental. Oscilando al borde de la locura, constantemente proyectaba en sus personajes situaciones propias. En 1847 su esposa falleció de la misma enfermedad que había contraído su madre: tuberculosis. Estuvo a punto de casarse por segunda vez cuando, después de haber celebrado el inminente acontecimiento con algunos amigos, apareció casi moribundo en una calle de Baltimore. Murió cuatro días después, el 7 de octubre de 1849, hundido en un delirium tremens.
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