Anunció el adiós

Automovilismo: Schumacher se retirará a fin de temporada

La carrera más exitosa de la historia de la Fórmula 1 terminará el 22 de octubre en el Gran Premio de Brasil: sea campeón del mundo o no, Michael Schumacher anunció ayer que se retira al final de la temporada.

Visiblemente emocionado, con la voz entrecortada y cometiendo más errores de los habituales en su normalmente perfecto inglés, Schumacher hizo pública la decisión que casi todo el mundo esperaba desde hacía nueve meses.

"Para hacerlo corto: Esta fue mi última carrera en Monza. Al final de este año, según decidí con el equipo, me retiraré del deporte del motor, de las carreras", anunció el heptacampeón mundial minutos después de ganar el Gran Premio de Italia.

El alemán, que siempre se destacó por su insaciable apetito de éxitos, confesó que está cansado. "No veo en mí la energía y la fuerza para seguir. Dudé de mí mismo. Por eso tomé esta decisión", sentenció.

La decisión la tomó el 2 de julio, después del Gran Premio de Estados Unidos en Indianápolis, y le hubiera gustado anunciarla al final de la temporada. Pero lo adelantó a Monza, afirmó, por respeto a su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, que habría tenido que buscarse otro equipo para 2007 en caso de que Schumacher hubiera continuado un año más.

"Pensé que era correcto y justo encontrar el momento en el que Felipe aún tuviera la posibilidad de decidir sobre su futuro. Yo tuve muchos éxitos y momentos bonitos, y no se puede poner uno en el camino de un piloto joven que además es un tipo fantástico", afirmó.

Massa, según anunció de inmediato Ferrari, renovó su contrato hasta 2008, y estará acompañado en la scuderia por el finés Kimi Raikkonen, piloto en los últimos cinco años de McLaren-Mercedes y al que Schumacher dio su bendición. "Me alegré cuando hace mucho me enteré de que él es el elegido para sucederme".

Para la Fórmula 1, la marcha de Schumacher supondrá un antes y un después. Ningún otro piloto en las últimas décadas dominó con tanta autoridad dentro y fuera del asfalto. La competición pierde a su gran estrella, y Ferrari a su gran ídolo, la piedra angular sobre la que giró la época más exitosa de su historia.

"Ferrari existió antes de mí, y también existirá después. Seguirán los triunfos", afirmó Schumacher. Hasta su más duro rival últimamente, su heredero y el hombre que consiguió quebrar su racha de victorias, el español Fernando Alonso, reconoció que "será difícil mejorar sus récords".

Los momentos previos al anuncio estuvieron cargados de simbolismo. Apenas se bajó de su Ferrari se abrazó al presidente de Fiat y ex jefe de Ferrari, Luca di Montezemolo, después llegaron los besos con su esposa Corinna y con el jefe del equipo, su íntimo amigo Jean Todt.

En su alocución, Schumacher resumió emocionado sus 16 temporadas en la Fórmula 1. "Lo que el deporte del motor me dio en 30 años fue un tiempo sumamente extraordinario. Disfruté de cada momento. Cuando me siente tranquilamente en el sillón, quizá tenga tiempo y ganas de volver a recordarlo todo y hablar de ello. Me alegra haber movido tantas cosas en el deporte del motor. Es un privilegio, y me siento orgulloso".

A sus 37 años, el piloto de Kerpen tuvo palabras de recuerdo para sus compañeros en el equipo Benetton, con quien conquistó en 1994 y 1995 sus dos primeros títulos mundiales, pero sobre todo para Ferrari, el equipo donde alcanzó talla de leyenda y con el que ganó cinco coronas consecutivas entre 2000 y 2004.

"Doy las gracias a los muchos que se convirtieron en mis amigos. La fantástica gente que conocí en el equipo. Fue realmente una decisión muy dura decir ahora que ya no trabajaré junto a mis amigos, ingenieros y todos los demás que son tan fantásticos", agregó el alemán, que seguirá trabajando para el cavallino rampante en una función aún por determinar: "Soy parte de la familia de Ferrari".

Entre sus agradecimientos también hubo una dedicatoria especial para su familia. "Creo que debo dar las gracias muy especialmente a mi familia. Mi padre, mi madre fallecida y naturalmente también mi esposa y mis hijos. Siempre me apoyaron en todo lo que hice, y sin ese apoyo, sin esa fuerza, que es imprescindible para rendir en este negocio, todo habría sido imposible".

Con el semblante serio, impaciente por dar rienda suelta por fin a sus emociones pero esperando a hacerlo en privado, Schumacher no se olvidó tampoco de cerrar el último cabo suelto, demostrando una vez más que le gusta tener todo bajo control, y descartó que pueda plantearse en el futuro volver a pilotar: "Nunca habría tomado esta decisión si supiera que dentro de un par de meses me iba a volver a subir a un coche".

Pero hasta que ese momento llegue, Schumacher reafirmó lo que todos ya saben: que hará todo lo posible para remontar en las tres carreras que quedan los dos puntos que le lleva Alonso y conquistar su octavo título. "No puedo decir que estoy más concentrado que nunca, porque siempre lo estuve. Estamos otra vez en la lucha". (DPA)

El piloto más ganador de la historia de la Fórmula Uno dejará de correr. La foto es una postal de la despedida de Schumy.