El índice alcanzado es menor al nueve por cada mil nacidos

Disminuye la mortalidad de los neonatos en la maternidad Martin

Desde la institución municipal sostienen que la procreación responsable y el control prenatal juegan a favor

Los neonatólogos de la maternidad municipal Martin leen las cifras con orgullo y no dejan de aclarar que los laureles son colectivos. Es que en el efector, donde se realizan unos cuatro mil partos anuales, disminuyó la mortalidad de los neonatos (bebés de hasta 28 días de vida) desde el 2000 a la actualidad. Antes, de cada mil bebés que nacían, fallecían algo más de diez; hoy la cifra descendió y hasta está por debajo del nueve por mil que marca la media nacional en mortalidad neonatal. El descenso puede parecer poco significativo, pero para la jefa del área, Gabriela Puig, "no lo es", ya que pone en evidencia un "buen trabajo del municipio en materia de procreación responsable".

La pediatra y neonatóloga, con 13 años de actividad en la Martin, brinda sólo un dato para dar cuenta de ese trabajo. "Las mujeres tienen más conciencia sobre la importancia del control del embarazo y en eso tienen mucho mérito los centros de salud de los barrios. Pero se debe trabajar aún más en la planificación del embarazo porque así se puede actuar, por ejemplo, en prevención de malformaciones congénitas", remarca.


Antes de las 20 semanas
Según informa Puig, es importante que las embarazadas se controlen antes de las 20 semanas. Y, para una mejor prevención, que lleguen al parto con cinco controles médicos como mínimo. No obstante, en 1995 muchas entraban a la Martin directamente para parir y apenas la mitad se realizaba los cinco controles, hoy más del 75 por ciento de las madres visita al obstetra antes del parto.

"Esto no es un dato menor cuando tenemos un 30 por ciento de la población de embarazadas menor de 19 años. Las mujeres, aun jóvenes, toman conciencia de la importancia de consulta y si no siempre hay una madre o suegra que la acompaña", asegura Puig.

Muchos bebés mueren antes de cumplir 28 días de vida debido a infecciones posnatales, malformaciones y prematurez (los que tienen menos de 37 semanas de gestación). Pero no todos los prematuros tienen en riesgo su vida. A estos bebés se los divide según el peso. Los que registran más tasa de mortalidad son los que pesan menos de un kilo (prematuros extremos y que, según las estadísticas de la maternidad, nace uno de cada 200), luego están los que pesan menos de un kilo y medio (nace uno de cada cien) y los de menos de dos kilos y medio (nacen ocho de cada cien). "Hemos mejorado la cifra de mortalidad en el grupo que va de los 1.250 gramos en adelante", reconoce la médica.

No obstante, a lo largo de la charla con La Capital, la profesional deja en claro que la vida de los bebés de riesgo no sólo depende de la comunidad médica sino de su entorno familiar y económico social. Porque si bien el promedio de internación de un neonato en terapia es de 9 días, si pesa menos de mil gramos, lo más probable es que esté en la Maternidad unos 3 meses. "Y obviamente es muy importante que cuente con un ambiente favorable cuando se le dé internación domiciliaria, porque no sólo hay que madurarlo sino hacerlo crecer fuera de la panza. Y si un bebé se va de alta con dependencia de oxígeno y en su casa no tiene agua suficiente, ni piso, ni electricidad, la cosa es seria", dice Puig.

¿Por qué un bebé nace prematuro? "Porque la madre tiene un útero que no puede contenerlo, porque la madre tiene alta presión (preclamsia), o embarazo múltiple", enumera entre otras cosas Puig. No obstante, aclara que no todos nacen necesariamente de cesárea y que al año de vida equiparan, en general, los niveles mensurables con los bebés nacidos a término.

"Es mejor para su madurez pulmonar -agrega- que los bebés nazcan de parto normal. Pero después del año no siempre siguen siendo chiquititos, depende del sufrimiento que tuvieron y su recuperación".

Además, tampoco son los únicos bebés que corren más riesgo de vida. "Los que nacen a término, pero con bajo peso, también son pacientes de riesgo", indica.

El director del efector, Guillermo Carroli, no quiere dejar pasar la ocasión sin rescatar el trabajo puertas adentro de la Maternidad. "No sólo el personal médico y de enfermería se actualiza permanentemente, sino que ha habido importante equipamiento de las salas", remarca.


Incubadoras y cunas
Neonatología de la Martin cuenta con dos sectores, uno de alto riesgo con 14 incubadoras, y otro con cunas, donde se interna a los chiquitos con problemas menores como la ictericia o que pueden estar acompañados por la mamá. Y donde también se deriva a los prematuros que estuvieron mucho tiempo internados en neonatología y necesitan que su mamá y él se entrenen para comenzar a alimentarse. "El trabajo aquí es tan arduo que tenemos un porcentaje ocupacional del 90 por ciento, cuando el ideal es de 75 por ciento: casi todo el año están todas las camas ocupadas. Por suerte se trabaja en red y cuando no tenemos lugar para internar recurrimos en primer lugar al Hospital Roque Sáenz Peña", comenta Puig.

La política del efector es que las madres puedan visitar a su bebé cada tres horas y en función de ello se están planificando nuevas instalaciones en el edificio del Cemar aledaño a la Maternidad (ver aparte).

Hoy más del 75% de sus 4 mil partos anuales se hacen luego de como mínimo 5 visitas de las madres al obstetra.