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 sábado, 19 de agosto de 2006  
Artefactos: calor de hogar
Con materiales de alta calidad y belleza decorativa, las salamandras ofrecen el confort y la calidez del fuego

Paulina Schmidt

La salamandra proporciona calidez, confort y belleza de igual modo que un hogar tradicional. Fuente de calor inagotable y atractivo lugar de encuentro, puede funcionar a leña o gas, y es fácil de instalar. Sin chispas, humo ni olor, la combustión cerrada controla el ritmo de quemado y asegura el máximo rendimiento calórico.

Diseños renovados realizados con hierro de fundición de alta calidad, contrastan con aquellos antiguos artefactos conocidos ampliamente por generaciones pasadas.

La salamandra a leña reúne todas las condiciones para incorporarla como fuente de calor en el hogar. Mientras un hogar tradicional proporciona calor sólo hacia el frente, la salamandra lo distribuye en todo el ambiente. Como toda pieza de fundición, calienta por radiación y además incorpora dispositivos o ventiladores para regular la combustión y la oxigenación.

Casi todas son diseñadas con visor de cristal vitrocerámico, lo que permite observar el fuego y conservan por más tiempo el calor que irradian los leños. "Una salamandra trabaja cerrada dentro de un recinto y con una pequeña abertura que permite renovar el aire y facilitar el tiraje. El sistema de doble combustión genera menor contaminación en la atmósfera y disminuye el consumo de leña", describió a Estilo, Omar Piemonte, de la firma Cloro Cien.

El calor que irradia -que oscila entre 5.000 y 12.000 calorías- se aprovecha mejor cuando se coloca en el centro de un ambiente. Además regula la entrada y salida del aire, permite que el leño dure más tiempo y transmita calor residual.

El funcionamiento de una salamandra a leña es similar al de un hogar tradicional. El principal requisito para su instalación es la salida al exterior. "El tubo debe atravesar el techo o pared a 45 grados hasta llegar al cielorraso y sin recorrer tramos horizontales para no cortar el tiraje. Se recomienda extender al máximo el caño dentro de la casa, con el objetivo de concentrar mejor el calor, incluso calefaccionar un entrepiso. La prueba de que este sistema funciona correctamente consiste en dejar la puerta abierta del ambiente y comprobar que no tira humo. Esto significa que el tiraje responde bien", explica.

Los hogares, en cambio, sólo transmiten calor de frente. Las salidas se construyen en material, entonces no existe la posibilidad de disponer de ese plus de calor generado por el caño de fundición.

Las salamandras a gas y leño de cerámica refractaria, también tienen su encanto. Funcionan de modo similar a cualquier equipo de gas, tienen base de aluminio y perilla reguladora. Con salida al exterior, el aparato es seguro y regula la cámara de combustión.

"Algunos de modelos de salamandra incorporaron el tiro balanceado y otros de leño pueden convertirse a gas. Esta reforma sólo es posible a través de un diseño conectado y ensamblado directo de fábrica", detalla Piemonte.

Entre otras características ventajosas, las patas de las salamandras favorecen la ventilación y evitan el contacto directo con el piso.


Más sofisticadas
Los nuevos modelos funcionan de la misma manera que los tradicionales pero se diferencian por sus líneas curvas, frentes vidriados rebatibles y compartimentos para almacenar leña. Con el objetivo de volverlos más atractivos los fabricantes incorporaron prácticos accesorios, como por ejemplo un horno y hasta una pequeña parrilla.

Los cristales con puertas corredizas y herrajes cromados resaltan la tonalidad oscura de la salamandra, y soportan temperaturas superiores a los 800 grados. Como centro de ambiente y concebido especialmente para apreciar el fuego desde cualquier ángulo, el calefactor vidriado circular es uno de los modelos más innovadores del mercado.

El hogar convector es otra forma simple y económica de usar la energía natural de la leña para calentar los ambientes. Tiene mayor capacidad de carga y mayor potencia calórica. "Cumple la misma función que la calefacción central. Utiliza una cámara intercambiadora de calor para recoger la masa de aire caliente irradiada por el pulmón y la impulsa por ventiladores a fin de lograr que el aparato expulse calor por fuerza de aire, a través de cuatro salidas verticales y dos frontales. Este convector no es una salamandra común sino un mueble complementario que incorpora este sistema", explica Piemonte.

Otro de los modelos de última generación realizado en chapa de acero potencia aún más el calor gracias al sistema de convección, con dispositivos que calientan el aire y lo distribuyen regularmente por toda la casa.

Incluso, un hogar de mampostería puede convertirse perfectamente en una sofisticada salamandra. De esta manera se recupera el espacio, utilizando el mismo conducto de salida, incorporando una caja cerrada en el hueco de la chimenea.
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