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 sábado, 19 de agosto de 2006  
Los Alamos: planos de complicidad
Esta vivienda intenta fundirse con el entorno exaltando la linealidad y simpleza del horizonte, una arquitectura sencilla que busca evitar el exceso de exposición

La vivienda ideada por el arquitecto Germán Ingrao y la técnica equipacional Mercedes Rodríguez está ubicada en el barrio privado Los Alamos, en la localidad de Ibarlucea. El lote se encuentra en una esquina en uno de los sectores privilegiados del country ya que una de las calles linda con un campo de cultivo donde puede apreciarse el horizonte.

La idea fue conservar la privacidad de la familia, evitando el exceso de exposición hacia la calle. Para lograr esto el proyecto se genera a partir de dos bloques perpendiculares entre sí que acotan un ámbito íntimo dentro del lote. Dichos bloques controlan sus visuales hacia el exterior para abrirse hacia el interior del terreno.

La obra intenta fundirse con el entorno exaltando la linealidad y simpleza del horizonte, que puede apreciarse en su plenitud hacia el oeste.

La arquitectura es muy simple y se basó en planos horizontales y verticales, unos apoyados sobre otros, que van generando los distintos espacios y vivencias.

Por ejemplo, en los ambientes principales las losas de los techos no apoyan en los planos verticales para generar una iluminación natural que se vincula con la naturaleza pudiendo así recorrer la vivienda y siempre apreciar el cielo, las nubes, los ocasos. Teniendo su máxima expresión en el volumen de la torre del tanque de agua donde el cielo se abre de este a oeste.


La distribución
La vivienda plantea un ingreso principal hacia un hall. Este es el único nexo directo con el exterior, dado que se plantea como espacio de transición. Ya en el interior de la vivienda y por necesidad del comitente se buscó independencia entre el dormitorio principal y los secundarios, de modo que las áreas íntimas funcionen de manera autónoma.

Para lograr esto se generaron dos sectores privados en los extremos de la casa, que hallan su punto de encuentro en las áreas comunes. Estos sectores están ideados, uno para la pareja con un dormitorio en suite, vestidor y estudio. El otro destinado a los hijos, que consta de dos dormitorios, estudio, baño y un ambiente que puede adaptarse como sala de juegos o dormitorio.
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