La Capital
Archivo Buscador: Avanzada  
Restaurantes Profesionales
Año CXXXVII Nº 49186
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Economía
Escenario
Ovación
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Educación 29/07
Autos 27/07
Salud 26/07
Estilo 22/07
Página Solidaria 19/07

contacto
servicios
Institucional





 domingo, 30 de julio de 2006  
candi
Charlas en el Café del Bajo
-Hoy le voy a contar la historia prometida, Inocencio, a propósito de que me llamó arriano días pasados. La historia vale para aprender cuales son los verdaderos valores y para saber que las virtudes de los seres humanos no pueden ser medidas de acuerdo con su raza, religión, ideales políticos, condición social, etcétera. La escuché de la boca de un hombre sabio, cuando yo tenía no más de 14 años en torno de esa mesa familiar de la que alguna vez le hablé. Escuche: "En un lugar de Grecia, hace muchos, muchos siglos, cuando el cristianismo recién empezaba a acomodar sus dogmas, se encontraban en una plaza, un cristiano ortodoxo y un cristiano arriano.

-¿Explicamos qué es o quiénes eran los arrianos, seguidores de Arrio?

-No, porque el mismo relato lo hará saber. Sigo: El cristiano ortodoxo, casi enojado y con vehemente elocuencia, le reprochaba al arriano su posición con duras palabras: ¡"Eres un hereje! -le decía- sostener que Jesús no tiene un origen divino, no es el Hijo de Dios, es una verdadera blasfemia. Te condenas tú y condenas a quienes te siguen y creen en tus diabólicas enseñanzas".

-¡A la flauta! Duro el señor.

-De pronto pasó por el lugar un hombre, joven, andrajoso, parecía exhausto. Se detuvo y les dijo: "He caminado todo el día para llegar a Atenas, tengo hambre, estoy extenuado, más no dispongo de una moneda para hacerme de alimentos". El cristiano ortodoxo, que se veía bien vestido y al que la vida según parecía lo trataba bien económicamente, le dijo: "Vete, que estamos discutiendo cosas importantes para el alma y el destino de los hombres". El arriano miró a los ojos del mendigo aquel, se puso la mano en el bolsillo y sacó cuatro monedas expresándole: "De lo que tengo te doy la mitad, la otra mitad me la reservo para mis alimentos, porque bien fue dicho que he de ayudar a mi semejante como me ayudo a mí mismo". El hombre sonrió complaciente y dio las gracias y seguidamente preguntó: "¿Qué cosas importantes discuten?". El cristiano ortodoxo respondió: "Cuestiones que no podrías comprender, ya tienes lo que buscabas, ahora sigue tu camino". En ese momento el rostro de aquel hombre se iluminó, se mostró en toda su grandeza ante la mirada increíble de los dos, y le dijo al ortodoxo: "Vana es tu discusión porque inexistentes son tus obras. Inútil tu fe, porque tu acción está muerta".

-¡Ups! ¿Quién era aquel hombre?

-El arriano entonces emocionado, pero sin salir de su asombro le dijo: "¡Señor, eres tú, el que fue ungido, el que fue enviado para dar el mensaje!". Y con coraje añadió: "Te he negado como Hijo de Dios, lo admito, pero sé que fuistes Enviado". Jesús (porque el andrajoso era Jesús), que sabía lo que aquel hombre sentía en su interior, qué cosas quería preguntarle, se hizo El mismo la pregunta y entregó la respuesta mirándolo al ortodoxo: "¿Quién es el hijo de Dios que está llamado a desempeñar un rol esencial para la salvación del alma humana? El hijo de Dios es todo aquel que golpea en el corazón del hombre pidiendo auxilio y es todo aquel que abre la puerta de ese corazón y extiende su mano. El hijo de Dios es todo aquel que pide perdón y es todo aquel que perdona. El hijo de Dios es aquel que crucificado en la vanidad del mundo, clama, pide fuerzas y resucita en la verdadera vida. El hijo de Dios que está llamado a desempeñar un rol decisivo para la salvación del mundo es aquel que sufre y salvándose del sufrimiento acude en ayuda de aquellos sufrientes que no encontraron el camino". Y finalmente, ante la mirada tristísima del ortodoxo Jesús le dijo al arriano: "El hijo de Dios eres tú, porque bien dije y no fui comprendido que los últimos serán los primeros y los primeros los postreros". Dicho esto, como era costumbre entonces, dio la paz, retrocedió dos pasos y desapareció.

-Una linda historia.

-Que nos enseña, sobre todo, como decíamos el otro día, que el bien, como el mal, se encuentra en todas partes y que es de sabios no reparar en las ideologías, pensamientos, sino en la disposición del corazón. Porque aquellos que entienden y buscan la verdad saben que vienen los tiempos en que habrá dos en una plaza, el uno será dejado y el otro será tomado y Dios, en esa hora, no habrá de tener en cuenta sino la apertura del corazón.

Candi II

[email protected]




clima mas
Mín 2º - Máx 11º
nubosidad-variable.gif

la frase del día
"Me equivoqué al no permitir que Chacho volviera al gobierno"
Fernando de la Rúa
Ex presidente
Ver noticia


tapa edición impresa

humor mas humor
ampliar

horoscopo mas
Leo - 23/07 al 22/08
horoscopo


     Tráfico medido por Certifica.com
La Capital
Copyright 2003 | Todos los derechos reservados