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 martes, 27 de junio de 2006  
Pedido. Desde el Senado provincial solicitaron a la Policía una mayor presencia de efectivos en la zona
El acceso a la capital provincial por la autopista a Santa Fe es tierra de nadie
Son constantes los hechos de vandalismo, agresiones a automovilistas y asaltos por parte de jóvenes delincuentes

Atilio Pravisani / La Capital

Santa Fe. - El acceso de la autopista Rosario-Santa Fe en esta capital sobre la avenida Perón se convirtió desde hace tiempo en una suerte de tierra de nadie. Son numerosos los hechos de vandalismo protagonizados por delincuentes habitualmente jóvenes, quienes se dedican a colocar obstáculos para hacer detener a los vehículos -por lo general se trata de automóviles- y luego los desvalijan recurriendo a todo tipo de agresiones.

Estos hechos, denunciados reiteradamente por los vecinos de la zona, crearon un clima de gran preocupación. Más allá de los automovilistas que son víctimas del vandalismo, el temor se extendió a toda la población que vive en los complejos habitacionales del sector -El Paso, El Pinar y La Tatenguita- y a quienes concurren a los centros deportivos del lugar transitando entre la avenida Perón y la Circunvalación.

El modo más común de operar de los maleantes es colocando obstáculos -la mayoría de las veces bloques de cemento- para provocar la detención de los vehículos. De inmediato aparecen individuos, que armados con elementos contundentes y hasta escopetas, rompen parabrisas y ventanillas apoderándose de todo lo que los pasajeros tengan de valor. Muchas veces los automovilistas también son agredidos. En otras ocasiones deben detener su marcha en medio de piedras u otros objetos contundentes y de inmediato aparecen los vándalos, algunos de los cuales saltan sobre los techos de los rodados y luego les roban lo que encuentran a mano.

Hasta hace poco tiempo podía verse en la zona un patrullero de la policía provincial en apoyo a una garita instalada en la intersección de la avenida Perón e Iturraspe, pero la estructura fue retirada y ahora sólo se advierte en algún tramo una camioneta de la fuerza, que de ninguna manera alcanza para solucionar los graves problemas de inseguridad, especialmente en zona de villas.

Aparentemente, la decisión de retirar la casilla policial se debió a los reiterados ataques a balazos que sufrían los uniformados cuando estaban en su interior y fue reemplazada por patrulleros. Se aconsejó a la gente que trate de no detener la marcha cuando son objeto de piedrazos, una insólita forma oficial para prevenir los hechos de violencia.


Repercusión en el Senado
En ese sentido, la Cámara alta pidió a las autoridades policiales mayor presencia de efectivos en esa zona de ingreso de la autopista, entre el río Salado y la avenida Juan Domingo Perón, frente a las reiteradas denuncias de los vecinos por las frecuentes agresiones y robos sobre quienes transitan por ese sector. En la última sesión, el justicialista Juan Carlos Mercier presentó una iniciativa pidiendo mayor protección policial para esa parte de la ciudad, al tiempo que requirió un mayor compromiso de las autoridades políticas para ofrecer garantías a la población y asegurar la normalidad del tránsito vehicular. El legislador fundamentó su proyecto en función de los numerosos reclamos desde los distintos sectores involucrados, que si bien específicamente ocurren en la mencionada intersección en realidad constituyen toda una zona de peligro que se extiende desde el acceso al aeropuerto de Sauce Viejo hasta el ingreso mismo a la ciudad de Santa Fe.

En la presentación, aprobada por unanimidad, Mercier hizo referencia a los hechos que se suceden a partir de la colocación de obstáculos para que los coches se detengan, iniciándose inmediatamente los ataques y asaltos. El legislador, tras destacar la importancia que tiene esta vía de comunicación a nivel local, nacional e internacional, señaló que los automovilistas son agredidos pese a que toman algunos recaudos. La situación, al margen de las cuestiones de inseguridad, además genera una pésima imagen de la capital de una provincia que es considerada como el segundo Estado argentino.
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La autopista en el ingreso a Santa Fe es una peligrosa odisea.


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