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| martes,
27 de
junio de
2006 |
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Charlas en el Café del Bajo
-¿De qué hablamos hoy Candi? ¿Hablemos un poco de políticos, quiere?
-¡Noooo! Hoy no, dejemos la política y a los polítiqueros (que políticos hay pocos). A mí se me había ocurrido una idea días pasados que puede resultar de interés para los lectores.
-¿Cuál?
-Dejar que hablen los genios más destacables que tuvo y sigue teniendo la humanidad.
-¿Recordando sus pensamientos, sus palabras?
-Claro.
-Bueno, comencemos.
-"No hay grito de dolor que en lo futuro no tenga al fin por eco una alegría". Ramón de Campoamor.
-Me gusta este pensamiento de François Rochefoucauld: "No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay".
-Esta de Balzac es genial.
-A propósito de Balzac, comencé a releer, después de muchos años "Papá Goriot".
-Escuche, escuche lo que decía el francés ya por aquellas épocas: "Es mucho más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es mucho más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días". ¿Qué tal?
-Pero esa frase lleva consigo también un mensaje subliminal a las mujeres, a las esposas.
-¿Cuál?
-Que una mujer que pretenda ser virtuosa y verdadera amante deberá comprender lo difícil que resulta ser marido y lo sublime de mantenerse fiel.
-Tiene razón. ¡Pero no es poca cosa ser esposa, eh!
-Y no, a veces, para ser sinceros, una buena esposa es una verdadera santa y en ocasiones termina siendo un poco mártir.
-El amor merece varios pensamientos geniales. Uno de ellos es el de Santa Catalina de Siena: "El amor más fuerte y más puro no es el que sube desde la impresión, sino el que desciende desde la admiración".
-Maravilloso y profundo. George Sand, precisamente, decía que "El amor sin admiración, sólo es amistad".
-Y un buen consejo de Jacinto Benavente: "Para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!".
-Y algunos pensamientos sobre la vida del ser humano. Epícteto decía que "un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza".
-Esta es una verdad relativa: "Las personas fuertes crean sus acontecimientos; las débiles sufren lo que les impone el destino". Lo dijo Alfred de Vigny.
-Pero este pensamiento de Séneca es de una certeza absoluta: "Nunca hay viento favorable para el que no sabe hacia dónde va".
-Creo que estas palabras merecen una reflexión.
-Es muy cierto eso. Y el pensamiento de una magnificencia total.
-A partir de este pensamiento de Séneca podríamos decir que la vida es el mar, nuestra existencia el barco a velas y el "yo" el navegante. Indudablemente los vientos pueden ser favorables o desfavorables de acuerdo con la existencia de propósitos, de metas a alcanzar. Es decir, los vientos son nuestro conocimiento de qué queremos ser, qué queremos alcanzar, hasta dónde queremos llegar. Después, indudablemente, vendrá el trabajo de a bordo, que debe estar revestido de fe y esperanza. Pero la vida nos enseña que efectivamente nunca tendremos vientos favorables si no sabemos dónde queremos ir.
-Y para terminar una de Albert Einstein a propósito de lo de Séneca: "Tendremos el destino que nos hayamos merecido".
Candi II
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