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 domingo, 25 de junio de 2006  
[prmera persona]
Aramís Fuentes Hernández: "El Che sigue actuando"
El embajador de Cuba en la Argentina reivindica el legado de ernesto guevara y "los principios éticos y morales del internacionalismo" como ideario político

Eduardo Valverde / La Capital

El hombre habla en forma pausada ante la cinta que corre sin pausa, y tiene un inocultable acento caribeño. Se percibe en el tono y en la firmeza de sus intervenciones la presencia de una firme convicción ideológica, que viene desde su lejana niñez en las calles de La Habana.

El embajador de la República Popular de Cuba, Aramís Fuentes Hernández, estuvo recientemente en Rosario para participar en los actos por el 78º aniversario del nacimiento de Ernesto Che Guevara, y dialogó extensamente con La Capital.

"Vi los sueños del pueblo hechos realidad", aseguró en un tramo de la entrevista el diplomático cubano, a la hora de definir a la Revolución que encarnaron y llevaron al poder los ya míticos barbudos de Sierra Maestra.

-¿Cuál es la proyección que tienen hoy la vida y la obra del Che para el gobierno cubano?

-El Che siempre ha sido en Cuba, no sólo para el gobierno sino también para el pueblo, una figura de una presencia permanente y activa. Puede parecer extraño que diga activa, siendo un hombre que murió físicamente hace ya casi cuarenta años. Sin embargo, nosotros sentimos que el Che no ha muerto, que sigue presente y actuando. Que sigue marcando, junto a Fidel Castro y a otros dirigentes revolucionarios, una pauta en la lucha de nuestro pueblo. Lo sentimos como parte de un destacamento fuerte de la vanguardia de la Revolución. Está presente en las jóvenes generaciones de cubanos, en los niños de nuestro país y de toda América, y en general en la obra permanente de nuestro proceso revolucionario. De manera que, para nosotros, quienes supusieron que desapareciendo físicamente el Che iba a morir, se equivocaron totalmente. Porque fue entonces cuando empezó a vivir, pero además a vivir en la historia, en este presente y en el futuro de nuestras generaciones de cubanos, de argentinos, de latinoamericanos y en general de todos los luchadores de este mundo.

-¿Cuál fue su experiencia personal con la Revolución encabezada por el Movimiento 26 de Julio?

-En realidad, cuando triunfó la Revolución yo era un niño de diez años. Recuerdo la efervescencia tremenda que hubo en esos tiempos. Tengo presentes las acciones de la dictadura (de Fulgencio Batista) y vi por esos días personas muertas en la calle. En mi familia hubo también un primo que fue torturado y asesinado. Vi los sueños del pueblo hechos realidad. Y abracé aquellas ideas; me pareció que eran las más justas, las que respondían realmente al clamor popular frente a la estatura de mi corta edad. Me pareció que todo eso que se estaba viviendo era algo realmente muy importante. Le di seguimiento también a la acción de mi familia, que se vinculó con mucha rapidez a la Revolución. Me sentí realmente representado y realizado con la obra del gobierno revolucionario.

-¿Cuáles son en este momento los principales lineamientos de la política exterior cubana?

-Se mantiene sobre la base de los principios éticos y morales del internacionalismo que ha profesado la Revolución. De la comprensión de la situación concreta que viven nuestros países surge la necesidad de lograr una justicia social verdadera y completa; de alcanzar la independencia definitiva y que nuestros pueblos sean plenamente soberanos y puedan disponer de sus recursos. Debemos construir una verdadera integración y que los pueblos de nuestra América y del mundo puedan realmente enfrentar los tremendos problemas que siguen estando presentes y han sido generados por el sistema de explotación capitalista, en su etapa imperialista. Debemos poder avanzar hacia un futuro verdadero de igualdad y de respeto.

-En ese sentido, los nuevos gobiernos que han surgido en América latina abren un panorama distinto, si se piensa sobre todo en las asunciones de Evo Morales en Bolivia, de Hugo Chávez en Venezuela y del mismo Néstor Kirchner en la Argentina...

-Sin duda, hay una situación muy importante. América latina está viviendo una nueva etapa. Efectivamente, hay un auge de la lucha, con manifestaciones concretas de que se está avanzando. No cabe duda de que el proceso de la Revolución Bolivariana tiene una tremenda importancia y ejerce una gran influencia en nuestros pueblos de América y fuera de ella. También es más que evidente que el fenómeno que se está dando en Bolivia impone una realidad trascendental. Pienso que, en la práctica, con el proceso que se abrió tras la toma del poder de Morales, en donde por primera vez accede a la primera magistratura de Bolivia un líder campesino procedente de los sectores originarios (concretamente aymara), comienzan a cumplirse realmente las aspiraciones de ese pueblo. Y en no poca medida se empiezan a materializar, a casi cuarenta años de su muerte, los sueños del Che, las obras por las que fue allí a luchar, los ideales que fue a defender y la revolución por la que derramó su sangre.

-Pareciera que algunas medidas del gobierno de Morales responden al ideario del revolucionario rosarino...

-Creo que no sólo las medidas, que son bien importantes y trascendentales, sino el propio desarrollo que está teniendo la situación; el ansia de ese pueblo de dar una solución real a los ancestrales problemas que ha tenido. Es notable la persistencia en la lucha del pueblo boliviano contra la explotación, pese a las dificultades que ha enfrentado, la represión sufrida, y la persecución y el aislamiento en que han tratado de sumergirlo. Creo que en ese espíritu de lucha están también el sueño y el ejemplo del Che.

-¿Cómo ve en la actualidad la relación con Estados Unidos, que ha sido históricamente fuertemente conflictiva?

-Esta administración norteamericana se ha caracterizado por ser muy agresiva con respecto a Cuba. Han desarrollado sin pausa cuanta cosa les ha ido quedando del arsenal de medidas anticubanas para satisfacer los intereses de una mafia contrarrevolucionaria, de sectores muy conservadores, y para responder también a aspiraciones personales del presidente George W. Bush. Cuba fue víctima durante los últimos 47 años de un criminal bloqueo económico, comercial y financiero, mantenido a contrapelo del rechazo de la comunidad internacional. Esa política, encaminada a destruir nuestra revolución, ha fracasado. Mas de trece o catorce veces la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó resoluciones afirmando que ese bloqueo es ilegal, injusto y criminal, y que debe ser levantado.

-Es particularmente irritante para Cuba el mantenimiento de la base militar de Guantánamo.

-Lo de Guantánamo fue una acción de prepotencia imperial mantenida pese al rechazo del pueblo cubano y su reclamo de que EEUU debe abandonar ese territorio porque no le pertenece. Se menosprecia la voluntad y la soberanía de nuestro país. La comunidad internacional ya no tiene hoy forma de asombrarse, conociendo las atrocidades que realiza EEUU, ya sea en la base de Guantánamo como en Irak, en Afganistán y donde quiera que sus tropas están presentes.

-¿Cuál es la posición cubana respecto del conflicto de Oriente Medio?

-Nuestro posicionamiento sobre la agresión a Afganistán y a Irak y respecto del conflicto con Irán ha sido muy claro. Nosotros fuimos parte de ese llamado internacional que fijó el pronunciamiento de muchos países de rechazo y condena de esa guerra, por inmoral e innecesaria. Por otra parte, hemos siempre mantenido una línea de acción y solidaridad con la causa palestina, con ese pueblo heroico que, pese a las agresiones y a la persistente política para desarraigarlo y hacerlo desaparecer, sigue luchando en busca de su independencia y del respeto a sus derechos.

-¿Cómo está hoy la relación bilateral entre la Argentina y Cuba, y cuál es su visión del presidente Kirchner?

-Estamos en un proceso de incremento y de ampliación de los vínculos. Aspiramos a que esa relación continúe desarrollándose, y creemos que es un deseo compartido. Pensamos que la situación que se ha creado (con la asunción de Kirchner) favorece las potencialidades de nuestra relación y tenemos esperanza de que este es un proceso que va a seguir profundizándose, tanto en la esfera cultural, como en la comercial, la económica y la relativa a las relaciones políticas, incluyendo a ambos Parlamentos.
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Balance. "Vi los sueños del pueblo hechos realidad", dice Aramís Fuentes Hernández para definir la revolución cubana.

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