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 sábado, 24 de junio de 2006  
Los italianos, convocados a votar entre reformar o mantener su Constitución

Roma. - Los italianos votarán este fin de semana el referendo de reforma de la Constitución que se ha convertido en el campo de batalla entre el nuevo gobierno de centroizquierda de Romano Prodi y la recientemente derrotada centroderecha, ahora en la oposición.

La reforma, la modificación más radical de la Constitución desde que fue sancionada en 1948, busca fortalecer el poder del primer ministro y conceder a las regiones mayor autonomía para tomar decisiones.

El referendo será un test de la aprobación popular de la coalición de centroizquierda de Prodi, que se opone a los cambios por considerarlos inconstitucionales y pide a los italianos que voten por el "no".

Ambas coaliciones han anticipado una victoria, pero los analistas consideran que es imposible hacer pronósticos debido a la incierta participación de los votantes.

Para el ex primer ministro Silvio Berlusconi, una derrota podría afectar sus posibilidades de continuar como líder de la oposición de centroderecha tras perder las elecciones del pasado abril por un margen exiguo.

El referendo es necesario porque el proyecto de reforma de la Constitución sólo consiguió mayoría simple de aprobación en el Parlamento en noviembre del año pasado, en lugar de los dos tercios que habrían posibilitado automáticamente los cambios.

"Una victoria del «no» podría ser el comienzo de la caída de la carrera política de Berlusconi", estimó Franco Pavoncillo, presidente de la Universidad John Cabot de Roma.

Los cambios darían a las 20 regiones de Italia mayor autonomía en salud, escolaridad y política policial. Los críticos dicen que las modificaciones se traducirán en mejores servicios para las regiones ricas del norte del país, en detrimento del sur más pobre y dependiente del Estado central.

El ex presidente Carlo Azeglio Ciampi instó a los italianos a rechazar los cambios, diciendo que la Constitución tal como está elaborada es "hermosa, vital y más relevante que nunca". La centroizquierda sostiene que los cambios otorgarán demasiado poder al primer ministro y debilitarán el rol del presidente.


Cansancio del electorado
Las elecciones comienzan mañana y finalizan el lunes luego del mediodía. Unos 50 millones de italianos están autorizados a votar en el referendo, que será la tercera consulta popular de este año tras los comicios nacionales y locales. "Yo creo que el «sí» es un buen voto. Pero, francamente, no se si voy a ir a votar porque estoy harto", reconoció Gioacchino Marra, un residente del centro de Roma.

Algo similar podría ocurrir con el voto de los italianos en el exterior, convocados a votar por correo en abril pasado y ahora nuevamente en el referendo constitucional.
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