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 sábado, 10 de junio de 2006  
Yo opino
La educación es el futuro ¿no?

Nahuel Amadey (*)

La educación: ¡Es un ave!¡Es un avión! ¡No! Es ¿una evaluación reprobada?

Nos parece increíble la cantidad de alumnos que se han quedado de año, de chicos que desaprueban, que fallan en un examen para entrar a la facultad. En esta última, los universitarios hacen protestas contra la institución; en la escuela secundaria los padres se quejan ante los docentes, quienes continúan recibiendo cachetadas imaginarias que vienen incluidas en cada problema.

Al parecer nos hemos olvidado de que los estudiantes no somos del todo inocentes. En la secundaria de hoy, se nos dan muchísimas oportunidades de aprobación, que no son tomadas en cuenta. Los estudiantes no estudiamos (valga la redundancia) siempre y esto trae consecuencias en las universidades, donde el nivel cambia completamente y la exigencia se torna mucho mayor que antes.

Además los padres tampoco ayudan, o mejor dicho, no ven que en muchos casos el núcleo del problema no está en la escuela, sino en su propio hogar, en ellos mismos y en su hijo, a quienes ellos tienen como a alguien inmunizado contra todos los males de la sociedad cultural, y no quieren comprender que ellos mismos poseen parte de la culpa de los que han creado con tanto consentimiento.

No cabe duda de que esto debe cambiar, no podemos darnos el lujo de crear un futuro lleno de irresponsables que esperan que se les de todo en bandeja, y que como unos Miguelitos (de la historieta de Mafalda) esperan que la vida les de algo. Pero no nos vayamos muy lejos, dejemos un momento de lado a la facultad y trasladémonos a la etapa estudiantil previa.

El secundario debe ser una obligación, ya que hoy las papas de la cultura queman y si no nos despabilamos a tiempo para escapar de la inculturización, el futuro que se nos presenta es muy negro.

La vida es como un gigantesco guiso, en donde si no ponemos los ingredientes adecuados (voluntad, esfuerzo, cultura, capacidad, pragmatismo y una pizca de picardía) el sabor será horrible.

(*)Tiene 17 años y es de Villa Gobernador Gálvez.
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