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 sábado, 29 de abril de 2006  
Llamaron a copar la Plaza de Mayo
Un encuentro político con el sello de Compromiso K
Dirigentes y militantes de todo el país eligieron a Rosario para debatir sobre la construcción de poder

Walter Palena / La Capital

Compromiso K, acaso una de las principales corrientes internas que orbitan alrededor del presidente Néstor Kirchner, armó ayer en Rosario un mitin político con una consigna excluyente, más allá del carácter "plural y abierto" de la convocatoria: comprometer a todos los sectores santafesinos que ahora abrevan en la fuente kirchnerista a que lleven la mayor cantidad de gente a la Plaza de Mayo el próximo 25 para "festejar" los tres años de la asunción del santacruceño.

"Vamos a sacar el pueblo a la calle, a dejar que esa plaza deje de ser el símbolo de la protesta para convertirse en una manifestación de la alegría y el reencuentro de todos los argentinos", arengó Henry Olaf Aaset, diputado santacruceño y unos de los hacedores de Compromiso K, organización que comanda junto a su amigo sureño Rudy Ulloa y el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, el ideólogo de este espacio de construcción política kirchnerista.

Precisamente Zannini debería haber clausurado el encuentro de Compromiso K, pero su ausencia generó una ola de rumores e intentos de operaciones de prensa difíciles de desentrañar.

Uno de los organizadores del mitin dijo a La Capital que los operadores kirchneristas "(Juan Carlos) Mazzón y (Carlos) Kunkel trabajaron para boicotear la reunión". Otra fuente dijo que el "faltazo" de Zannini fue ordenado por el propio presidente, enojado porque el senador Carlos Reutemann no estuvo presente el miércoles en un acto en la Casa Rosada cuando anunció importantes obras para la provincia y Rosario. Tampoco faltó la "lectura" de que el presidente del bloque de diputados oficialista, Agustín Rossi, no estuvo ajeno a esta intriga, motivado por su presunta candidatura a gobernador en Santa Fe.

Sea cual fuere la verdad, lo cierto es que todos los "actores" que por lo bajo se desprecian, luego se muestran públicamente prodigándose mutuos elogios bajo ese enorme paraguas que hoy representa Kirchner, el único que en estos momentos -como lo hicieron Perón o Menem en su tiempo- puede mantener unida a tan variada tropa política.

Para cubrir su ausencia, Zannini envió una carta, fechada en Río Gallegos, en la que felicitó la iniciativa de ese encuentro "plural y abierto", además de disculparse por no estar presente en un encuentro tan trascendental.

Para el kirchnerismo todo vale si se avienen a su designio. Por derecha y por izquierda se aglutinan y se juntarán para evocar "la gesta" del gobierno "transformador y revolucionario" de Kirchner cuando confluyan en la Plaza de Mayo en una manifestación que, se presume, va a hacer tan multitudinaria como multifacética.

Según los organizadores del encuentro, por el Patio de la Madera pasaron ayer más de 1.000 personas que escucharon y participaron en todos los paneles programados. Dirigentes, militantes, funcionarios, legisladores y secretarios de Estado discutieron desde las 11 sobre la "Construcción política y poder, los desafíos pendientes", el lema que eligieron como eje convocante.

El último panel mostró en una misma mesa a Olaf Aaset, Rossi, el diputado hiperobeidista Mario Lacava; el jefe de asesores de Reutemann, Carlos Carranza; el presidente del Partido del Progreso Social, Héctor Cavallero; el viceministro del Interior, Rafael Follonier, y el diputado kirchnerista Gustavo Marconato, quien fue el encargado de coordinar el panel, o más bien, acercar el micrófono a los que iban a hacer uso de la palabra.

Todos los discursos versaron sobre los mismos tópicos: el gobierno transformador de Kirchner, la recuperación económica, el gesto valiente de enfrentarse a los poderosos y al FMI, y el compromiso de estar presentes en la Plaza el 25 de mayo. El único que fue más allá fue Carranza, quien instó a la reelección de Kirchner.

Rossi consumió casi todo su discurso en criticar a la oposición y a cierta prensa, y culminó con una frase muy festejada: "Señores, si el diario La Nación dice A, ustedes hagan B porque no le van a errar, compañeros".

Este encuentro de Compromiso K en Rosario pasó embadurnado con mucho dulce en la superficie, pero con un inocultable mar de fondo, que se empezará a develar cuando los jugadores muestren sus verdaderas cartas.
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