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 sábado, 18 de marzo de 2006  
Hallan en Formosa 27 cadáveres de indígenas masacrados en 1947
La Justicia investiga fosas comunes donde fueron arrojados las víctimas de tropas de Gendarmería

Al menos 27 cadáveres de indígenas pilagás, asesinados junto a otros integrantes de ese pueblo originario en 1947, fueron encontrados ayer en el paraje formoseño Campo Alegre, por el Equipo de Investigación de Crimen Forense, encabezado por Enrique Prueger.

"Encontramos hasta ahora unos 27 cadáveres, entre ellos una mujer y un niño", aseguró Prueger en el lugar del hallazgo, que entre otros detalles presenta los restos "prácticamente" a simple vista.

El especialista puntualizó que "no es una fosa", sino que los cadáveres están "tirados, diseminados en un descampado", situado a unos kilómetros de Pozo del Tigre, un camino de vacas, de difícil acceso y de peor transitabilidad al punto que para circular 16 kilómetros se necesita una hora de camioneta.

El hallazgo se realizó con la autorización del juez federal Marcos Quinteros, "para ampliar" la búsqueda de restos óseos que ayuden a esclarecer la matanza de hace 60 años y que ahora está en la justicia con el patrocinio de los abogados Carlos Díaz y Julio García, quienes representan a la Federación pilagás.

Abogados, criminalistas, peritos policiales, indígenas y el cura Francisco Nazar fueron guiados al lugar por Esteban Marino Córdoba, un baqueano pilagás, a quien su "padre y abuelo relataron la matanza" del siglo pasado.

El hallazgo se suma al realizado en diciembre del 2005 cuando se encontró un cadáver a 60 centímetros de la superficie en un predio de la Gendarmería Nacional cercano a Las Lomitas.

El caso, prácticamente desconocido por la historia, se conoce como "Masacre de Rincón Bomba", y ocurrió en 1947, cuando unos 500 integrantes del pueblo pilagás, tras rehusarse a trabajar como esclavos en los ingenios salteños regresaron a sus comunidades, donde no tenían qué comer.

Luego de reclamar ayuda a las autoridades nacionales, el gobierno de Juan Perón envió un tren con provisiones y remedios. Sin embargo, los indígenas fueron víctimas de la desidia de los funcionarios provinciales, lo que precipitó una masacre ejecutada por gendarmes que desoyeron órdenes en contrario.

"Hoy la Gendarmería Nacional nos ha facilitado todo lo que pedimos", dijo el abogado García, mientras que el titular de la fuerza, Héctor Schenone, remarcó su interés en favorecer el esclarecimiento del caso "por razones humanitarias".

"Estamos consternados, prácticamente es la primera vez que encontramos una fosa común con cadáveres de indígenas y que demuestra el genocidio que hubo en el país", señaló Carlos Díaz.

Por su parte, Nazar, un reconocido religioso acompañante de indios y campesinos y cura párroco de Las Lomitas, dijo unas palabras ante el cementerio clandestino que quedó perimetrado porque "no se retiró ningún resto óseo" y se "constituirá en un laboratorio permanente".

Los abogados patrocinantes anunciaron que pedirán al juzgado interviniente la convocatoria de peritos geólogos, médicos forenses y antropólogos, al tiempo que solicitaron la citación de unos 30 gendarmes que aún están con vida para que pueden aportar en una causa de violación a los derechos humanos que "es imprescriptible".


"Juicio, castigo y reparación histórica"
El cura Francisco Nazar, fundador de la Pastoral Aborigen de la Iglesia Católica (Endepa), pidió ayer a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que acompañen a los indígenas "para que haya juicio y castigo" por las matanzas contra los pueblos originarios.

El sacerdote solicitó a las organizaciones defensoras de los derechos humanos, pero nombró específicamente a Abuelas y Madres, que se involucren directamente en el esclarecimiento del genocidio contra los indígenas.

Destacó que tiene que haber "juicio, castigo y reparación histórica" para quienes ejecutaron la masacre de unos 500 pilagás en 1947 que se enfrentaron a los uniformados con carteles de Perón y Evita.

"Es una tristeza muy profunda encontrar 27 cuerpos masacrados por el genocidio. Sale a la luz la historia negada que revela la impunidad que ha habido con los indígenas", aseguró Nazar desde la ruta 81 al retirarse del cementerio clandestino.

El paraje, denominado irónicamente Campo Alegre, recibió la visita de los investigadores y de los pilagás, quienes invitaron especialmente a Nazar para que dijera unas palabras como cristiano tras escuchar las de los propios originarios.

"En segundo lugar le pido al presidente Kirchner que, así como bajó el cuadro del genocida Jorge Videla, también baje la de los que masacraron a nuestros hermanos, empezando por Julio Roca", finalizó el sacerdote. (DyN y Télam)
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El equipo de investigación trabaja en un paraje formoseño.

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