Colombia va a las urnas salpicada por la violencia

La guerrilla intensificó los ataques para boicotear las elecciones que elegirán un nuevo Congreso

Bogotá. - El presidente colombiano Alvaro Uribe afirmó que las garantías están dadas para las elecciones legislativas de hoy, a pesar de que la guerrilla ha intensificado sus ataques y amenazas para tratar de boicotear el proceso con acciones que dejan docenas de muertos en las últimas semanas. "Las garantías existen en todo el país. Vamos a vigorizar la democracia", declaró ayer el presidente.

Sin embargo, los ataques de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) para sabotear el proceso electoral afectan a vastas regiones del país y en las últimas horas dejaron al menos 21 muertos, entre ellos nueve soldados, ocho narcotraficantes, tres guerrilleros y un civil, según fuentes oficiales.

El grupo rebelde izquierdista tiene restringido el tránsito por las carreteras y ríos de al menos siete de los 32 departamentos del país, en los que ataca a disparos a los vehículos que desobedecen la prohibición, aunque lo hagan custodiados por militares.

La Registraduría Nacional, que organiza los comicios, informó que debido a las restricciones impuestas por las Farc serán reubicadas en cabeceras municipales u otros lugares seguros por lo menos 250 mesas electorales cuya instalación en su destino original es imposible.

Uribe dijo que la reubicación de mesas electorales "ha sido mínimo, si lo compara con ocasiones anteriores". Agregó que "en donde no tenemos problemas, que es la mayor parte del país, tenemos el deber de volcarnos todos masivamente a las urnas". Afirmó que la participación democrática es el más contundente mensaje contra el terrorismo. El ministro de Interior, Sabas Pretelt, aseguró que habrán 200.000 policías y militares prestando seguridad durante la jornada electoral.

Históricamente esa guerrilla, considerada por EEUU como una organización terrorista que se financia del narcotráfico, intensifica sus ataques en los días previos a las elecciones .

De no conseguir la mayoría en el Congreso, Uribe, quien goza de una alta popularidad y es favorito para ganar las elecciones presidenciales de mayo, tendría poco margen de maniobra para conseguir la sanción de importantes leyes en un segundo período, según analistas y políticos.