Los argentinos nos miramos el ombligo

Se me ha invitado, con insistencia, a mirar hacia afuera, hacia nuestros vecinos. Que mire a Uruguay, su hermosa playa esteña y los precios, caros, que en ella nos aguardan. Que mire a Brasil y la inseguridad que nos espera. Acepté la invitación, miré y vi que en Uruguay se están instalando tres papeleras que les darán trabajo a 18 mil uruguayos; mientras, los entrerrianos, en soledad, luchan para evitar la instalación; es lo único que hacemos, tratar de impedir, porque de este lado del río el modo de quitar a alguien de la categoría de desocupado es darle un subsidio estatal. Miré a Brasil, ese país habitado por “macacos”, según nuestra popular creencia, y vi que canceló anticipadamente sus deudas con el FMI, el doble de lo que pagamos nosotros, y su moneda no sintió el impacto. Son soberanos, los visita el presidente del organismo internacional para felicitarlos. Su industria florece y, a pesar de defender al real, los argentinos no podemos parar sus exportaciones por lo que a cada instante se agudiza el déficit comercial. Además, los brasileños hacen honor a todas sus deudas por lo que cuando piden prestado los medios financieros internaciones les triplican la oferta, a treinta años o al plazo que sea. Sigamos los argentinos mirándonos el ombligo, así nos va.



Francisco della Rovere