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 domingo, 04 de diciembre de 2005  
En profundidad. La ensayista Beatriz Sarlo analiza el escenario político
Sarlo: "Kirchner quiere demostrar que en Argentina el ganador se lleva todo"
Para la intelectual, el presidente "hizo campaña con los mismos criterios con que ahora consolida su poder"

"Lo que el presidente Néstor Kirchner quiere demostrar hoy, además de las políticas futuras, es que en Argentina el ganador se lleva todo". Así lo consideró Beatriz Sarlo, una de las intelectuales más importantes de la Argentina actual, quien también sostuvo que el jefe del Estado es "un dirigente que quiere todo el poder".

En diálogo con La Capital, cuestionó la idea de plantear un antes y un después de las elecciones del 23 de octubre ya que el primer mandatario "hizo campaña con los mismos criterios que con los que está consolidando su poder después de la victoria".

La ensayista estimó que el estilo presidencial tendrá como efecto "una democracia muy débil desde el punto de vista representativo", y Argentina "se va a parecer a lo que fue la provincia de Santa Cruz gobernada por Kirchner".

Sarlo consideró que esa palidez institucional no le traería problemas al mandatario siempre y cuando la economía marche bien. En ese caso -agregó- "no está en los ciudadanos pedir más democracia representativa", y advirtió que "esas voces recién surgirían si la economía va mal".

"A Kirchner le está pasando lo mismo que a Menem en el 95: la gente está con quien detenta el poder, es un problema de la sociedad argentina", sintetizó.

En medio de un agitado cierre de la edición de la revista Punto de Vista, la cual dirige, Sarlo se hizo un tiempo para dialogar con La Capital y analizar el cuadro de situación de la política nacional.

-¿Qué análisis hace del escenario político que queda tras el triunfo electoral de Kirchner y el recambio del gabinete?

-No quiero partir ni crear una divisoria entre un antes y un después de las elecciones. Creo que Kirchner hizo la campaña electoral con los mismos criterios con los que está consolidando su poder después de la victoria. Es un estilo personalista, de gran concentración, de desprecio de las formas republicanas, que se manifestó antes y sigue ahora. No es simplemente la victoria lo que hace que Kirchner pueda establecer esos cambios en el gabinete sino que es el estilo de él, y lo vamos a ver en los meses que siguen. Es la forma de hacer política del llamado espacio kirchnerista.

-¿Las últimas designaciones en el gabinete, e incluso en diversos cargos en el Congreso, responden a la intención del presidente de rodearse de personas afines ideológicamente o simplemente busca que no cuestionen su poder?

-Lo que pasa ahora es lo que se sabía que iba a pasar ya desde los últimos tramos de la campaña: él quería que el ganador se llevase todo. Lo que busca mostrar hoy, ademas de las políticas futuras, es que en Argentina el ganador se lleva todo.

-Y no hay nadie enfrente.

-La oposición no esta en condiciones de plantarse frente a ese ganador. Si bien la cantidad de votos que obtuvieron las distintas fuerzas opositoras ha sido importante en su conjunto, el carácter ideológico diferenciado hace que no puedan unirse en un espacio de oposición.

-¿Los rasgos de la conducta del presidente, que muchos calificaron de hegemónicos aun antes de las elecciones, ahora se podrán revelar con más crudeza?

-Kirchner es un dirigente que quiere todo el poder. Pero no es aideológico; es un político respetable, con un programa que es menos progresista de lo que quisiera pero que contiene algunos puntos que son sostenidos y valorados por Kirchner. Dentro de un estilo concentrador de poder, el asunto es el poder del grupo. La guardia más próxima a su núcleo político tiene fuertes coincidencias, lo que no quiere decir que las tuviera en el pasado, pero yo no soy de las que piden pasaportes.

-¿Ese estilo concentrador de poder puede perjudicar a las instituciones democráticas?

-Creo que va a ser una democracia muy débil desde el punto de vista representativo. Argentina se va a parecer a lo que fue la provincia de Santa Cruz gobernada por Kirchner. Se ve, por ejemplo, que las declaraciones de (el designado jefe del bloque del PJ en Diputados, Agustín) Rossi son las de un amanuense (aquel que "tiene por oficio escribir lo que se le dicta", según el diccionario) del presidente. Ni siquiera dice que trabajará desde su banca para perfeccionar o mejorar las leyes que proponga el Poder Ejecutivo, sino que ha dicho "estamos acá para acatar". Eso no le da ningún protagonismo a la esfera política. Las decisiones se toman en Balcarce 50 y ni siquiera en una discusión o debate del grupo sino que la relación con Kirchner es radial.

-Este debilitamiento de las instituciones que provoca el estilo presidencial, ¿no será un bumerán en caso de que la economía pase por eventuales turbulencias?

-Si la economía va bien, en los ciudadanos no está la vocación de pedir más democracia representativa. Esas voces recién surgirían si la economía va mal. A Kirchner le está pasando lo mismo que a (Carlos) Menem en el 95: la gente está con quien detenta el poder; es un problema de la sociedad argentina.
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