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 domingo, 04 de diciembre de 2005  
Control total. El presidente lograría el dominio absoluto del Congreso. Se pronostica un alto índice de abstención
Chávez acentúa su poder en inéditas elecciones legislativas sin oposición
Con el retiro de sus adversarios, el oficialismo se asegura un gran triunfo en los cuestionados comicios de hoy

Caracas. - Los candidatos del presidente Hugo Chávez se aseguran un fácil triunfo en las elecciones legislativas que se realizarán hoy en Venezuela, después de que la mayoría de la oposición abandonó la contienda alegando falta de transparencia en el proceso. Así el oficialismo tomará el control total de la Asamblea Nacional, y dejará a sus adversarios fuera del Congreso por primera vez en 46 años de democracia. Sin embargo, según las encuestas, la abstención podría superar el 70%, lo que dejaría al país aún más polarizado entre los partidarios y los opositores de Chávez.

Una vez instalados en la Cámara, los candidatos oficialistas emprenderán una reforma constitucional ordenada por Chávez, que según versiones de prensa incluirá la ampliación de la reelección presidencial, además de avanzar en la legislación del llamado "socialismo del siglo XXI".

Con un dominio total del Congreso, las reformas a la Carta Magna pasarán como por una autopista, lo que hace recordar la experiencia de la Asamblea Constituyente de 1999, cuando una Cámara de 128 escaños, con apenas cuatro de la oposición, redactó una nueva Constitución en menos de tres meses.

"Chávez va a meter mucho más que un 80% de los representantes de la Asamblea Nacional", dijo Luis Vicente León, director de la firma de encuestas Datanálisis. Por su parte, Veneconomía, un grupo de análisis político local, comentó que "la mayoría de los venezolanos verá el nuevo Congreso electo como ilegítimo, o algo peor. La imagen internacional de Chávez también podría sufrir: los gobiernos que controlan cerca del 100% de sus legislaturas son dictaduras, no democracias", precisó.

Chávez solicitó a sus candidatos transformar el nuevo Congreso en un "instrumento poderoso" para acelerar en paz su "revolución socialista". Algunos dirigentes oficialistas aseguraron que entre sus prioridades está la modificación de la Constitución para ampliar el período del presidente, gobernadores, alcaldes, diputados y concejales. Este cambio le permitiría a Chávez gobernar, de ser reelecto el próximo año, más allá de 2012.

El presidente del Congreso, Nicolás Maduro, indicó que en la agenda de 2006 también estarán la ley de Policía Nacional, que contempla la unificación de las policías de todo el país en un solo cuerpo y las reformas a las leyes de Bancos y Educación.


Un sistema "enfermo"
A pesar de su virtual triunfo, Chávez no escatimó esfuerzos en llamar a sus seguidores a volcarse a las mesas de votación para derrotar el boicot, al que calificó como una nueva "conspiración" de la oposición. Los opositores alegaron que su retiro se debe al uso de un polémico sistema de voto electrónico, del cual se demostró ante observadores internacionales que vulnera el secreto del sufragio. El Consejo Nacional Electoral (CNE) aceptó retirar sólo por esta vez las máquinas de rastreo de huellas digitales, pero la decisión no fue suficiente para que la oposición siguiera en la carrera electoral.

El vicepresidente José Vicente Rangel calificó a los partidos de oposición como unos "cadáveres muertos" y afirmó que, según las encuestas, la oposición en conjunto sólo llegaría a ganar entre 15 y 20 bancas. Por su lado, Chávez denunció que la actitud de la oposición responde a los lineamientos dictados desde Estados Unidos para desestabilizar al país y sembrar dudas en el Poder Legislativo.

En horas previas a las elecciones los radicalismos salieron a flote de uno y otro lado. En la oposición criticaban a los partidos pequeños que insistían en participar, mientras que el CNE se negó a escuchar a los dirigentes que pedían la suspensión del proceso hasta que se despejaran todas las dudas. El dirigente de izquierda y editor del diario Tal Cual, Teodoro Petkoff, recibió un portazo en las narices al proponer la suspensión de los comicios, al igual que el gobernador del estado de Zulia, Manuel Rosales. "El retiro masivo de la oposición y la magnitud de la abstención prevista son síntomas de un sistema político enfermo", acusó Petkoff.


El único enemigo
Rangel reconoció esta semana que con la oposición fuera de la contienda el único "enemigo" a vencer será la "abstención". Las encuestadoras privadas Hinterlaces y Keller y Asociados estimaron que la abstención podría superar el 70%, muy por encima del 44% que se registró en la última elección de diputados de 2000.

El analista Alfredo Keller aseguró que ese índice de abstención sería un fuerte golpe para Chávez. "Con una alta abstención tendrá problemas para mantener el discurso de que puede reunir diez millones de votos, y menos con unos centros de votación desolados", opinó.
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Los partidarios de Chávez llamaron a votar.

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