Cambio de mando en la entidad local más poderosa

La Bolsa de Rosario va en busca de su destino sudamericano

Boglione la consolidó como referente nacional de la agroindustria. Weskamp apuesta al eje con San Pablo

La crisis económica, política e institucional más profunda que vivió el país en los últimos años, pero también la recuperación de la economía de la región y el llamado boom rosarino marcaron la gestión de Federico Boglione al frente de la Bolsa de Comercio de Rosario, que culminó esta semana. La vinculación con China, el potenciamiento del mercado a término de granos y futuros financieros, así como un mayor involucramiento de la entidad con la comunidad educativa, son los desafíos que su sucesor, Jorge Weskamp, quien pretende recorrer la gestión que comenzó esta semana al frente de la centenaria institución.

"Voy a otorgar una importancia trascendente a las relaciones institucionales con China para que puedan venir a operar en nuestros mercados y viceversa, especialmente en el circuito sojero y a través del contrato de soja sudamericana", explicó.

Confiado en que durante 2006 logrará sellar esta iniciativa que pilotean en conjunto con la Bolsa de Mercaderías de San Pablo, Weskamp citó entre sus prioridades la consolidación de los instrumentos financieros como el Rofex, el Mercado de Valores y Rosario Fiduciaria. "Hay una oportunidad en los desarrollos de mercados de futuros", dijo recordando que a principios del siglo pasado la Bolsa creció -incluso se construyó el actual edificio- con fondos originados de la operatoria del mercado de futuros de Rosario.

Weskamp, quien precisamente es y seguirá siendo vicepresidente del Rofex, asegura que la herencia de Boglione le garantiza un "viento de cola" a su gestión, que pretende aprovechar. "Hay un camino trazado que me propongo transitar", dijo.

La estrecha relación establecida con los poderes políticos provincial y municipal, la participación de la Bolsa en las últimas actividades que le otorgaron a Rosario una nueva visibilidad en el campo de los eventos culturales, económicos y sociales, y la chapa nacional que adquirió la entidad e la última gestión "le dan buen posicionamiento" a la institución, señaló Weskamp.

No se llegó a este punto sin pasar por pruebas difíciles. "Tomé la presidencia en diciembre de 2001 y no sabía si el país se destruía. Incluso en la institución estuvo parada la comercialización porque no había reglas", recordó Boglione.

Al toque llegó la crisis del Credit Agricole y su controlado Bisel, que concentraba el mayor número de operaciones financieras del sector granario (ver aparte), el corralito, la devaluación, el corralón y las retenciones al sector agropecuario. "Creo que hoy el gobierno nacional -mucho más con este cambio de ministros que hubo- debería reveer la medida, no sé si quitarlas un 100% pero sí bajarlas un poco", dijo el dirigente que se convirtió en uno de los clásicos oponentes del ex ministro Roberto Lavagna en el sector ("Nos terminamos yendo los dos juntos", ironizó).

Reconoce, no obstante, que buen tramo de su gestión también estuvo marcado por el boom de precios agropecuarios y la reactivación de la economía regional. "Fueron años medianamente de bonanza con cosechas que llegaron este año a las 83 millones de toneladas, que permitieron la expansión de Rosario", dijo.

En ese contexto, y a partir de la buena relación que ató a nivel municipal tras la llegada del intendente Miguel Lifschitz, "se tomó la decisión en la comisión directiva de involucrarnos fuerte en los temas de la ciudad, como el Congreso de la Lengua, porque creemos que hay que devolverle a Rosario lo que nos está dando", dijo.


Propuesta educativa
Weskamp promete profundizar ese camino con una agenda novedosa: vincular a la Bolsa con entidades educativas (universidades, colegios secundarios). "Queremos que se forme un microclima que tenga que ver con los agronegocios y buscaremos realizar convenios para incluir en los planes de estudios de universidades, secundarios o posgrados esta temática", explicó Boglione.

El clásico reclamo por la realización de obras de infraestructura seguirá teniendo prioridad en el programa. "Uno de los logros conseguidos en este período en que me tocó ser presidente es el del trasbordo de las barcazas, el llamado a licitación para los estudios del Circunvalar y luego el dragado del río a 34 pies que estará listo para mayo del año 2006", dijo Boglione y apuntó los las cuestiones pendientes para el sucesor. "Le quedan la ruta 34, la 33, terminar la autopista a Córdoba, los 36 pies de dragado y el acondicionamiento del norte de la hidrovía", dijo.

"Hay un montón de obras públicas en cuya consecución la Bolsa está comprometida, pero hay que estar encima siempre porque pareciera que se demoran un poco", dijo Weskamp.

Boglione resaltó la "fuerte presencia nacional" que adquirió la Bolsa durante su gestión, al convertirse en referente de las actividades agroindustriales. "En la medida que fuimos encontrando nuevamente nuestra identidad pudimos salir a mostrarnos y vendernos", dijo y recordó que la entidad concentra el 60% de la comercialización de granos y oleaginosas del país y por los puertos se embarca el 80% de la producción granaria argentina. En este punto Weskamp aseguró que "tratará de hacer desde la Bolsa el ejercicio de defensa de los sectores involucrados en forma equilibrada, siempre en conjunto".

Y como meta puesta en el entorno económico más cercano aseguró que buscará incentivar la reinversión de utilidades en la región. "Rosario tradicionalmente exportaba divisas y hoy capta capitales para volcarlos a proyectos productivos de la región". Hacia allá irá la nueva conducción.

Federico Boglione y su sucesor, Jorge Weskamp, nuevo presidente de la Bolsa.