Robo a una farmacia, persecución, tiroteo y dos ladrones al hospital

El golpe fue en el centro. Los maleantes iban en moto y en Cerrito y Lima se balearon con una patrulla. A un fugitivo, herido en el abdomen, debieron operarlo

La huida en moto de dos asaltantes que robaron a mano armada una farmacia céntrica derivó en una persecución de patrullas que se zanjó con un enfrentamiento a disparo limpio entre policías y delincuentes en la zona oeste. Los dos ladrones fueron hospitalizados. Uno con una fractura y un balazo en el abdomen, por lo que debió ser operado, y el otro a raíz de las múltiples lesiones que sufrió al derrapar el vehículo en el tramo final del escape. Al final del episodio la policía secuestró dos armas poderosas que portaban los fugitivos.

Cuando identificaron a los detenidos, la policía descubrió que uno de ellos es un recluso de la cárcel de Riccheri y Zeballos, que estaba en la calle por intermedio de un permiso regular de salida transitoria, que le permitía la libertad por un lapso de 50 horas.

La secuencia se inició ayer a las 12.30 en la farmacia Mendoza, de Marisel D., situada en la esquina de Mendoza y Mitre. Allí ingresaron dos hombres jóvenes, ambos armados, que consumaron un robo rápido, controlando a las tres personas que allí estaban para apoderarse de 288 pesos, según la información policial.

A las 12.31 se activó la alarma del local y la Patrulla Urbana se enteró del incidente. Una flota de patrulleros comenzaron a barrer distintas áreas hacia fuera del centro cuando desde un móvil, a la altura de Pellegrini y Lima, descubrieron a dos personas que iban en una moto lila y con la apariencia física descripta por las víctimas del robo.

El cabo y el agente que iban a bordo del móvil 2922 de la Patrulla Urbana, según fuentes de la seccional 13ª, dieron la orden de detención pero el conductor de la moto aceleró y en determinado momento se inició un tiroteo que terminó con la motocicleta patinando y deslizándose en la calzada. Y sus dos ocupantes desparramados en el piso en la esquina de Cerrito y Lima.

Uno de ellos, identificado como Roberto Dringer, de 21 años, recibió un balazo en el abdomen y sufrió una fractura en la pierna izquierda. Su compañero, indicó la policía, se llama José Augusto Roit y a raíz de la caída terminó con múltiples escoriaciones en distintas partes del cuerpo. "La moto derrapó y el tipo quedó rayado del dedo gordo del pie al flequillo", dijo sin tecnicismos un informante de la comisaría de San Nicolás al 2000.

Cuando chequeaban las fojas prontuariales de ambos detenidos, la policía se concentró en el legajo de Roit. En ese documento figuraba que es un interno de la UnidadNº3. Llegó allí con una condena por robo calificado a 7 años y cuatro meses de prisión. Tenía un permiso de salida por 50 horas al cabo del cual debía retornar al presidio.

Los empleados de la seccional 13ª secuestraron la moto de los ladrones -una Honda C90 que tenía sus guarismos de motor y chasis adulterados por lo que se la presume robada- y dos armas de fuego: un revólver calibre 38 y una pistola 9 milímetros.

Según indicó la policía, tras salir del quirófano Dringer tenía situación estable y su vida no corría riesgos.

Los delincuentes se llevaron 288 pesos del local de Mitre y Mendoza.