Año CXXXVIII Nº 48937
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Escenario
Señales
Economía
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 13/11
Mujer 13/11
Economía 13/11
Señales 13/11

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 20 de noviembre de 2005  
Japón trabaja por más pactos climáticos
Impulsa el ahorro de energía y la reducción de gases de efecto invernadero. Y busca ampliar el acuerdo de Kioto

Los extranjeros que visitaron Japón el verano pasado se sorprendieron cuando sus anfitriones, conocidos por vestir trajes sin importar el motivo, aparecieron en las reuniones de trabajo en camisas de manga corta sin sacos ni corbatas.

La ocasión era "Cool Biz", una campaña de verano que se propone alentar a los oficinistas a vestirse menos formalmente mientras estén subidos los termostatos.

El objetivo es reducir el uso de energía y potenciar los demorados esfuerzos de parte de Japón por reducir las emisiones de gases invernadero.

Los funcionarios dicen que a pesar de los pasos que falta dar, Japón, el anfitrión del encuentro de 1997 que derivó en el protocolo de Kioto, está luchando por reducir sus emisiones, las que han subido un 8 por ciento desde 1990 en lugar de bajar el 6 por ciento prometido.

Muchos están irritados en la segunda potencia económica del mundo debido que, además de los duros objetivos que su nación debe cumplir bajo Kioto, el mayor contaminador del mundo, Estados Unidos, ha rechazado el protocolo.

Y naciones en auge como China e India no están obligadas actualmente a reducir sus emisiones.

Fue en parte por una sensación latente de injusticia que Japón se unió a otras cinco naciones, incluyendo a China, India y Estados Unidos, para formar el pacto "Más allá de Kioto", que los críticos dicen puede debilitar los acuerdos existentes.

Tokio todavía respalda firmemente a Kioto y presionará a todas las naciones a quedar bajo sus obligaciones en la siguiente reunión de trabajo en Montreal a fines de mes, orientada a combatir el calentamiento global y a debatir sobre llevar el protocolo más allá de 2012, cuando terminaría la fase uno.

"Formamos parte de Kioto, así que tenemos que obedecerlo, al menos hasta 2012. Después de todo, es una promesa internacional", dijo Takashi Inoue, director del grupo de Energía y Medioambiente de Keidanren, la mayor cámara comercial de Japón.

"Después de eso, sin embargo, podremos ver las cosas con un poco más de libertad y debemos crear algo de lo que Estados Unidos, China e India puedan también participar", agregó. "Sin ellos cualquier esfuerzo que hagamos será insignificante".

Otros involucrados en las conversaciones acerca del cambio climático en Japón estuvieron de acuerdo, observando que los rápidos desarrollos en China e India a lo largo de los próximos años significan que ellos deben quedar bajo algún nuevo marco de acción.

Entre las propuestas que Japón tal vez plantee en Montreal está que cualquier pacto pos Kioto deberá abarcar un plazo más extenso, establecer objetivos basados en diferentes aspectos y no tan sólo en números. También deberá incluir evaluaciones y revisiones periódicas si fuera necesario.

Pero la mayor prioridad de Tokio es conseguir involucrar a más naciones.

Ese es el motivo por el cual se unió a la Sociedad del Asia Pacífico para el Desarrollo Limpio y el Clima, considerando que el aumento de los espacios en los que el calentamiento global puede ser discutido es definitivamente para mejor.

Como otros participantes, Japón sostiene que el nuevo pacto complementa al de Kioto en lugar de amenazarlo, como dicen los críticos.

"Es poco probable que el pacto establezca objetivos y que se desarrolle en un marco de trabajo en sí mismo", dijo un funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores.

"Necesitamos que se dé el diálogo en la mayor cantidad de lugares para obtener el mayor número de ideas acerca de cómo proseguir", agregó.

Muchos ven al pacto de las seis naciones más que nada como un intercambio tecnológico, con países desarrollados impartiendo su experiencia ante aquellos en desarrollo hambrientos de energía, pero consiguiendo oportunidades comerciales.

"Kioto nos ha forzado a trabajar duro y a desarrollar nuevas tecnologías", dijo Inoue de Keidanren. "Esto será un elemento esencial de la competencia internacional y una gran ventaja para nosotros".

Japón, sin embargo, tiene mucho trabajo que hacer en las casas. Uno de los sectores menos eficientes es la vivienda privada, en el que las emisiones han subido 28,8 por ciento desde los niveles de 1990 por un incremento en el número de electrodomésticos, como las computadoras.

Como resultado, las campañas tales como "Cool Biz" y su equivalente invernal "Warm Biz", cuando las temperaturas se mantengan a 19 grados centígrados en oficinas del gobierno y en 20 en el resto de los lugares, son ampliamente bienvenidas por su capacidad de atraer consumidores. Los ambientalistas reciben positivamente esos esfuerzos, pero dicen que el mejor método sería un impuesto ambiental de 2.400 yenes por tonelada de carbono de combustible fósil emitido. (Reuters)
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados