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 domingo, 20 de noviembre de 2005  
Tecnología. El gobierno de Internet y las nuevas formas de conectividad se debatieron durante la cumbre mundial de Túnez
La sociedad de la información quiere hacer pie en el Tercer Mundo
Las grandes empresas buscan ampliar mercados en los países desarrollados. Pero el crecimiento de las tecnologías genera oportunidades y tensiones

Marcos Cicchirillo / La Capital

Túnez (enviado especial) .- La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información y los eventos paralelos, en particular la exposición realizada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), dejó expuesto el cambio de rumbo en la concepción del desarrollo, implementación y uso de las tecnologías, sobre todo de cara a los países del Tercer Mundo. Hoy las ideas a nivel global ya no pasan tanto por subsidiar o regalar computadoras o softwares, sino por dar conectividad.

En materia política, la cumbre tuvo como saldo un empate, dado que hubiese sido un fracaso si Estados Unidos, quien controla Internet a través del contrato entre el departamento de Comercio y la Corporación para la Asignación de Nombres y Números (Icann), se retiraba. Pero también fue un logro para los 170 países que ese país aceptara la creación de un foro multiparticipativo (gobiernos, sociedad civil y empresas) para discutir un nuevo modelo de gestión de Internet, aunque continúe manteniendo hoy el control.

Con los mercados e infraestructura de los países centrales ya desarrollados, los interrogantes que se plantearon desde hace algunos años en el seno del sector de las telecomunicaciones era cómo lograr ampliar la frontera de negocios, aunque sean marginales, en países con altos niveles de pobreza y, en muchos casos con baja densidad de población y dispersos en grandes extensiones geográficas.

Frente a este diagnóstico, las grandes compañías del sector se dieron cuenta de que la fórmula implementada en materia de infraestructura y desarrollos de punta en las últimas décadas en los países centrales eran económicamente inviables en Africa, América latina y en gran parte de Asia.

Así es que se llegó a la cumbre en Túnez bajo el lema "Conectar al mundo", aunque en realidad el slogan tranquilamente podría ser "Conectar al resto del mundo". Aquí, gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil mostraron lo que se pretende de ahora en más. Un camino que no está exento de fuertes críticas de las ONGs y temores gubernamentales por las implicancias que pueden traer todas estas transformaciones.

Lo que aparece claro desde el sector privado es que la fórmula para dar conectividad en los países en vías de desarrollo pasa por las redes inalámbricas en las zonas alejadas y con baja densidad poblacional, que requieren de inversiones muy inferiores al cableado de fibra óptica. Y los telecentros en zonas densamente pobladas.

Por todo esto es que la decisión de realizar la cumbre en un país africano, aunque bastante occidentalizado, no tiene nada de azaroso. Con el agregado de que también se puedan utilizar servicios ya existentes como pueden ser las antenas de los sistemas de televisión por cable, lo que reduce aun más los costos de implementación.

Un ejemplo de esto es la nueva versión del microchip que Intel presentó para el desarrollo del Wimax, que en lugar de utilizar bandas de frecuencias cada vez más altas, logra reaprovechar los mismos canales que hace ya tiempo fueron asignados a la televisión inalámbrica paga (UHF). Lo ven como la oportunidad de desarrollar en un futuro muy cercano y con bajo costo el servicio conocido como "triple play" (televisión, Internet y telefonia) en un radio de hasta 70 kilómetros.

Esta novedad, sumada a propuestas satelitales de costos más accesibles que se vieron en la muestra, alentaron entre los empresarios y desarrolladores de software y hardware grandes expectativas para dar acceso en zonas rurales con escasa población.

Es aquí donde también encajan emprendimientos como el presentado por el gurú de tecnologías de la información del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), Nicholas Negroponte, para brindar conectividad a los chicos en los países en vías de desarrollo a través de una laptop con buenas prestaciones y a sólo 100 dólares.

Por eso, en el Palacio de Exposiciones de Kram, en el principal evento paralelo a la cumbre "ITC4all" por donde circularon más de 18 mil personas, los desarrollos y aplicaciones agrícolas tuvieron una fuerte presencia y se vio una gran avidez por productos y de oferta de financiamiento para proyectos en este campo. Otros sectores que se mostraron muy activos, tanto ofertados como demandados, fueron los relacionados con gobierno electrónico, educación y salud.


Oportunidades y peligros
Sin embargo, la explosión de la red de redes en los últimos años encierra también profundas preocupaciones y temores en Estados, organizaciones no gubernamentales y empresas. La principal controversia se da en torno del gobierno de Internet. En particular en temas como ciberterrorismo, correo basura, libertad de expresión y exclusión.

Basta pensar en los casos como el del atentado en Madrid, donde los mensajes por celulares fueron un elemento clave para contrarrestar la versión oficial y darle un duro golpe al gobierno de José María Aznar en las elecciones presidenciales dos días después, o los incendios recientes en Francia, donde jóvenes cansados de estar excluidos utilizaron la red y los celulares para evitar ser atrapados cuando quemaban autos o destrozaban sitios públicos.

Pero la preocupación invade también a los países en vías de desarrollo bajo dictadura o con férreo control social, que ven en la conectividad a Internet un peligro a la estabilidad de sus sistemas políticos y por eso bloquean el acceso a información contraria a su régimen. Si no, habría que preguntarle al propio presidente de Túnez, Zin El Abidin Ben Alí, quien debió escuchar fuertes críticas de la premio Nobel de la Paz y representante de la sociedad civil, Shirin Ebadi, y de su par suizo, Samuel Schmid, durante el acto inaugural de la Cumbre, por su duro régimen y el bloqueo en el acceso a la información a los propios tunecinos en relación a los derechos humanos.

Por eso, el tema de la libertad de expresión en las negociaciones en los días previos a la apertura formal de la cumbre siguió abierto hasta sólo cinco minutos antes de que finalmente se cerrara el acuerdo. Aunque la posición de China, que planteaba directamente ejercer la censura, no prosperó.

En el documento final quedaron plasmados algunos aspectos bastantes vidriosos que traerán cola. Es a raíz de todos estos temas, que los gobiernos, sociedad civil y empresas, vienen planteando la necesidad de modificar el status quo del gobierno de Internet.

Teniendo en cuenta que Estados Unidos no quería ni discutir sobre el tema, que se haya creado un "Foro para el gobierno de Internet" fue considerado por gobiernos consultados por La Capital como un "empate", mientras que muchas organizaciones de la sociedad civil lo vieron como un "triunfo".

El futuro foro tendrá que discutir y definir políticas para el gobierno de Internet con participación de representantes de todos los países, de organizaciones de la Sociedad Civil y del sector privado. Pero las funciones operativas y ejecutivas seguirán en manos de la Icann. En tanto, en el sector privado reinó el pragmatismo. Es más, el propio secretario General de la UTI, Yoshio Utsumi, remarcó en la apertura de la cumbre: "En cinco años la evolución de las nuevas tecnologías dejará atrás muchas de estas discusiones". En el mientras tanto y hasta entonces se verá si se logró reducir en algo la brecha digital o si finalmente sólo la agigantó.


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