Año CXXXVIII Nº 48936
La Ciudad
Política
Economía
La Región
El Mundo
Información Gral
Opinión
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Educación
Escenario
Estilo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 13/11
Mujer 13/11
Economía 13/11
Señales 13/11

contacto

servicios
Institucional

 sábado, 19 de noviembre de 2005  
En alza. Los llamados que recibe el SOS Escuela se muliplicaron por dos en los últimos años
En Rosario denuncian 4 casos diarios de violencia escolar
La delegación local de Educación tiene apenas doce profesionales para atender estos conflictos

Carina Bazzoni / La Capital

Diariamente, la delegación local del Ministerio de Educación recibe cuatro denuncias sobre violencia escolar. Un número que no sólo se duplicó en los últimos años, sino que también creció cualitativamente. "Ya no son chicos que se pelean y se pegan, sino que ahora también tenemos palazos, cadenazos y hasta pibes con armas", advierte el coordinador del Servicio SOS Escuela, Fernando Tavella. Y este incremento no fue acompañado por la presencia de profesionales o proyectos para contener y abordar los conflictos. Para los 800 establecimientos de la Regional VI hay apenas cuatro psicólogos, tres trabajadores sociales y dos profesores capacitados en niños en riesgo social. El programa nacional de inclusión educativa tampoco aporta mucho: son apenas otros tres especialistas.

El mismo delegado de la regional, Humberto Cancela, reconoce que los recursos con que cuenta "son insuficientes" y que es necesario articular redes que aborden el problema "interdisciplinariamente" e "interministerialmente". Pero hasta el momento poco se ha avanzado en el tema.

Mientras tanto, la escuelas se muestran cada vez más desamparadas frente a una sociedad sumamente conflictiva, donde los episodios violentos se trasladan a los colegios sacudiendo a alumnos y maestros.

Sólo anteayer, en la puerta de la Escuela de Educación Técnica Nº2.066 (Garay 735) un adolescente esgrimió un arma y amenazó a dos alumnos del establecimiento con quienes se había trenzado en una pelea (cabe destacar que esta escuela no tiene nada que ver con la 658, que se levanta en Garay 750, en la misma cuadra, y cuya foto ilustró por error el artículo de anteayer en La Capital). Horas antes, en la escuela Nº132 de Villa Gobernador Gálvez un padre había irrumpido en un aula para golpear a un alumno que días antes había peleado con su hijo, y no contento con esto, profirió todo tipo de insultos y hasta agredió físicamente a la docente que estaba frente al aula.

El miércoles pasado un chico de 14 años llevó un revólver calibre 32 cargado con cuatro balas a la escuela Nº 609 Florencio Zapata (Perón al 3.900). El martes, en la Escuela Nº1.266 de Nuevo Alberdi la discusión entre dos alumnos de 9º año terminó a los golpes y se repitió el día siguiente con la misma escena, sólo que esta vez uno de los pibes terminó con heridas en el brazo. Durante esta misma jornada, además, se encontró una cuchilla en el patio del colegio. Por la tarde, el conflicto se trasladó a la clase de educación física y esta vez uno de los alumnos terminó con un puntazo en el abdomen y debió ser internado.


Cuatro casos diarios
Pero estos casos son sólo los que trascienden, ya sea por su contundencia o por su recurrencia. Hasta el servicio SOS Escuela, que funciona en la delegación local del Ministerio de Educación, llegan diariamente más de cuatro denuncias de episodios de violencia.

"Cada vez nos enfrentamos más frecuentemente a problemas donde la resolución de los conflictos se da a través de la violencia, donde no circula la palabra", señaló Tavella.

Hace pocos años, "apenas aparecían uno o dos casos diarios relacionados con patotas que se pegaban afuera, ahora estamos superando largamente los cuatro casos por día, y no se trata sólo de peleas, sino que hay cadenazos, palazos y hasta pibes con armas", recordó.

La línea SOS Escuela (472-8646) funciona a través de un convenio que el ministerio firmó con el Secretariado Arquidiocesano de Minoridad. Detrás de ella trabajan su director, el sacerdote Tomás Santidrián, dos psicólogos, dos profesores especializados en niños en riesgo social y un administrativo.

Para funcionar el equipo tiene sólo 100 horas cátedra (lo que traducido a dinero no llega a los 3.400 pesos), sin viáticos, gastos de movilidad ni un vehículo.

Cabe aclarar que no es el único grupo que interviene en casos de violencia escolar. En la delegación también funcionan lo que se conoce como "servicios zonales" o "equipo profesional", pero sus condiciones de trabajo son similares o inclusive peores que las del SOS.

El equipo suma en total cinco profesionales: tres trabajadoras sociales y dos psicólogas con salarios docentes o administrativos que con suerte llegan a los 800 pesos. Tampoco tienen gastos de movilidad, apenas se les entregan tarjetas de colectivo.

"Nuestro trabajo es muy humilde -sostuvo una de las personas que participa de este equipo y pidió que su nombre sea mantenido en reserva- no tenemos ni el personal ni los recursos necesarios. Y si alguno deja de trabajar, los cargos desaparecen".

Como consecuencia, hace dos años participaban del equipo diez personas, el doble de los profesionales que existen actualmente. Aun así, el grupo no sólo debe responder ante problemáticas relacionadas con la conducta, sino con casos de deserción escolar y ausentismo crónico.


Superados por la demanda
De más está decir que la demanda los supera. "No llevamos estadísticas. Pero sí tenemos un cuaderno donde anotamos todos los pedidos. Y este año, ya completamos cuatro de 48 hojas", dijo la profesional.

El programa nacional de inclusión educativa Todos a Estudiar también sumó este año algunos profesionales. Pero son sólo tres psicólogos que atienden principalmente problemas relacionados con la deserción escolar.

Así, para los 800 establecimientos -y casi 500 mil alumnos- que existen en la Región Sexta del Ministerio de Educación hay apenas una docena de profesionales.

¿Es esto suficiente para contener, abordar y finalmente intentar prevenir los hechos de violencia que tienen a la escuela como escenario? El delegado de la Región Sexta no eludió la respuesta. "Claro que no son suficientes, lo sabemos todos. Pero lo que estamos haciendo es articular los servicios y establecer redes posibles de contención con el FAE y el municipio. Pero esto no es fácil porque armás un equipo para una zona y después te falta en la otra".

Para Cancela, el problema merece un tratamiento "más profundo" en donde se sumen estrategias locales, provinciales y nacionales que "permitan atender las problemáticas familiares, barriales y de seguridad", ya que los episodios que se generan en las escuelas "son apenas la punta del iceberg de una problemática social que aparece como mucho más extensa".


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto


Notas Relacionadas
Los legisladores se reúnen con Cantero

Salidas custodiadas



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados