La Municipalidad de Avellaneda intenta retomar la calma

Buenos Aires- La Municipalidad de Avellaneda intentaba volver hoy a la calma luego de los violentos choques que se produjeron ayer, en medio de una protesta por aumentos salariales, con el trasfondo de una dura interna política.

Aunque un sector de los trabajadores se mantenía en estado de alerta, hasta esta tarde no se había instalado la prometida carpa de sindicalistas kirchneristas frente a la sede comunal.

El intendente de Avellaneda, el duhaldista Baldomero "Cacho" Alvarez, desvinculó los enfrentamientos de ayer -que terminaron con tres heridos y dos detenidos- de la pelea entre el presidente Néstor Kirchner y su antecesor, Eduardo Duhalde.

"En realidad, al presidente nosotros lo apoyamos, tenemos diferencias políticas pero no estamos en contra del presidente ni mucho menos", destacó Alvarez, en declaraciones a radio Del Plata.

Señaló, sin embargo, que "sí creemos que hay una clara actitud de discriminación y de persecución de parte del gobernador (Felipe Solá) y de todo su gabinete. Avellaneda forma parte de la provincia de Buenos Aires, porque por ahí algunos creen que pertenece a Santa Fe", deslizó.

Como consecuencia de los incidentes, el gobernador Solá pasó a disponibilidad al titular de la comisaría primera de Avellaneda, Sergio Gabriel Zudaira, quien estuvo al frente del operativo policial durante los violentos episodios.

Los incidentes comenzaron a las 7, cuando un grupo liderado por el secretario general del sindicato de empleados municipales de Avellaneda, Rubén García, intentó ingresar a la sede comunal para realizar una asamblea en reclamo de mejoras salariales.

El dirigente, que se postuló como candidato a diputado en la lista liderada por la senadora Cristina Fernández de Kirchner en las últimas elecciones, dijo que cuando intentaron ingresar a la sede, ubicada en Güemes y Belgrano, frente a Plaza Alsina, "matones contratados por el intendente dispararon para tratar de matarnos".

El ministerio de Seguridad bonaerense informó a DyN que los dos detenidos "son empleados municipales de Avellaneda, identificados como Marcelo Sandoval, a quien se le secuestró un arma 9 milímetros, con numeración limada y 10 proyectiles, y Carlos Acoitía".

El dirigente Claudio Leoni, adscripto al sindicato que lidera García, conisderó esta mañana "un hecho absolutamente repudiable esta posición que ha tomado el intendente municipal de tener bandas, patotas armadas, y reprimir a los trabajadores con una absoluta impunidad". (DyN)