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 domingo, 30 de octubre de 2005  
Opinión: Hoy Maradona... ¿mañana Bilardo?

Luis alberto Yorlano / Especial para La Capital

Carlos Bilardo, después del partido frente a Uruguay, señaló que de acuerdo a las actitudes y gestos de algunos jugadores del seleccionado argentino "no sé exactamente qué, pero algo anda mal". Los hinchas estarán divididos con respecto al estilo de Bilardo, pero de lo que no hay dudas es que conoce y mucho sobre manejo de grupos. Recordemos el Mundial de México, donde sabía que no podía dejar de darle la cinta de capitán a Maradona y por tal motivo sacó del medio a Passarella, que venía como el gran capitán de la era Menotti. Estaba seguro que no podían convivir. Algunos allegados a ese conflicto aseguran que a Passarella lo enfermaron. Hoy las cosas no están bien en el equipo argentino. Está clasificado, es cierto, pero la gente no acompaña y se diluye la figura de José Pekerman.

Las cosas que ocurrieron en los últimos días revelan hechos preocupantes que dañan el futuro de la selección. El episodio de Carlos Navarro Montoya y Roberto Abbondanzieri fueron seguramente detonantes, que ponen en evidencia la falta de autoridad en el grupo. El Mono se autoproclamó como arquero de la selección, el Pato se volvió loco y para no perderse el Mundial, se habría hecho expulsar frente a Internacional de Porto Alegre, para estar el 12 de noviembre en Ginebra enfrentando a Inglaterra y el 16 en El Cairo a Egipto.

La lectura que deja esta actitud es que en el plantel las cosas no están bien. Abbondanzieri estaría dudando que Pekerman respete la titularidad de algunos jugadores y habría otros que estarían copando la banca. Las declaraciones de Juan Sebastián Verón apuntando los cañones hacia el actual capitán Juan Pablo Sorín, quien junto a Riquelme estarían representando a los de la nueva camada.

La Brujita, apoyado por Bilardo, sigue pidiendo un lugar en el equipo que participará en Alemania 2006. Si hilamos fino y repasamos cómo se fueron dando las cosas entre el presidente de AFA, Julio Grondona, y sus sugerencias en la selección, veremos que Pekerman mueve fichas de acuerdo a los que dice don Julio.

Cuando el titular de la casa mayor del fútbol dijo que le gustaría ver a Messi en la selección mayor, Pekerman inmediatamente lo incorporó. Cuando Grondona escuchó a otros de sus hombres de confianza (Bilardo) que algo pasaba en el grupo, sacó de la galera a Maradona. Pekerman, sin pensar que puede ser el comienzo de su fin como técnico del seleccionado, dijo que aceptaba la incorporación de Diego como motivador. Lo que debe saber Pekerman es que Diego, hoy toca timbre y mañana lo tenés en la cocina sin avisar.

Conociendo al genial 10, hoy puede ser motivador o secretario técnico, pónganle el nombre que quiera, pero seguro que será en un corto plazo el que digitará todo o casi todo lo que ocurra en el seleccionado. Maradona, en estos momentos, se encuentra en el gran proceso de cambiar sus hábitos de vida y en una etapa de recuperación de sus adicciones. Está más para facilitador, como llaman los psicólogos a las personas que cooperan aportando saber, experiencias y que ayudan a la formación de los individuos dentro del grupo, que para hacerse cargo del equipo. Pero cuando pida algo, ¿quién le dirá que no?

Se avecinan problemas. Verón, el Kily y Maradona fueron los tres mosqueteros cuando estaban en Boca. ¿Qué jugador de la nueva camada rechazará una idea de Maradona? Se vienen momentos bravísimos en la selección nacional. ¿Pekerman podrá aguantar la presión? Y si da un paso al costado, el que muere por ser técnico de la selección es Bilardo y se volvería a la dupla que, de acuerdo a muchos, fue el mejor equipo argentino en un Mundial. Otros apuntan a que puede ser Basile, por supuesto, si es campeón con Boca. Pero, en este duro examen de la selección, siempre las notas las pone Julio Grondona. l
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