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 domingo, 30 de octubre de 2005  
Ecología. La resistencia a las pruebas atómicas dio origen a Greenpeace
En acción por la paz y el medio ambiente
Activistas antinucleares y pacifistas fundaron el grupo en 1971. En Argentina la oficina abrió en 1986

En 1971, un grupo de activistas antinucleares canadienses y objetores de conciencia estadounidenses, refugiados en Canadá para no participar en la guerra de Vietnam, formaron una pequeña organización llamada Don't make a wave Committee (Comité No provoquen un maremoto). Protestaban contra las pruebas nucleares que los EEUU llevaban a cabo en el archipiélago de Amchitka (Alaska). El nombre del grupo hacía referencia a la posibilidad de que, al ser una zona sísmicamente inestable, las pruebas atómicas que allí se realizaban pudiesen provocar un maremoto.

En un viejo pesquero, el Phillys Cormack, aquellos activistas navegaron hacia la zona donde debía tener lugar la prueba nuclear, para impedir con su presencia física que la bomba fuese detonada. Para la misión bautizaron al buque con el nombre de Greenpeace. "Queremos paz, y queremos que sea verde", afirmaban los rebeldes jóvenes a la prensa antes de zarpar de Vancouver (Canadá) para dirigirse a Amchitka.

Los improvisados marineros fueron sorprendidos por los guardacostas de EEUU, que interceptaron su paso. La prueba nuclear no se pudo impedir, pero el maremoto no se produjo.

El éxito fue la estrategia de campaña. La prensa acompañó a los aventureros, mientras la opinión pública apoyó la iniciativa. Así, centenares de manifestantes bloquearon varios días las fronteras entre Canadá y EEUU, y este último país se vio forzado a terminar con esas explosiones.

Desde entonces, grupos independientes tomaron el nombre de Greenpeace en Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia y el movimiento se expandió en todo el mundo.

Además, David McTaggart, un empresario canadiense convertido en un rebelde navegante, protestó contra Francia por intentar pruebas nucleares en el atolón de Mororoa (en el Pacífico). McTaggart se conectó con núcleos de Greenpeace en Nueva Zelanda y, con su velero, organizó un viaje a la zona para intentar impedir las pruebas nucleares previstas para 1972 y 1973.

McTaggart fue clave en la organización, siendo presidente de Greenpeace Internacional desde comienzos de la década de los años 80 hasta 1991.

La historia en Argentina se remonta a 1986, cuando la Comisión Ballenera Internacional se reunió en Buenos Aires, con la presencia del fundador de Greenpeace.

Según Emiliano Ezcurra, director de campañas de Greenpeace en Argentina, entonces "no había oficinas del grupo en países en vías de desarrollo. Pero se veía que las empresas que contaminaban en el norte empezaban a emigrar al sur, donde había más flexibilidad en las autoridades y se podía corromperlas. También las leyes eran menos estrictas. Pero donde vayan los vamos a combatir, porque no pueden usar países como tachos de basura".

Ezcurra señaló que "una oficina con tres ambientes y 20 socios fue la primera casa del grupo en Argentina: allí empecé como voluntario cuando tenía 15 años".

En 1984, Ezcurra había encontrado una nota sobre Greenpeace en la revista española Natura. "Escribí a la embajada de Canadá -recordó-, porque creía que en ese país estaba la sede. Mandé cartas que dieron vueltas y rebotaron, hasta que una llegó a Greenpeace de España. Desde allí me contestaron agradeciendo mi entusiasmo y dijeron que en poco tiempo abrirían una oficina en Argentina".
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Los primeros activistas se oponían a la guerra de Vietnam y a las actividades nucleares.

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