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 miércoles, 26 de octubre de 2005  
Actualización profesional
Médico y paciente acuerdan el tratamiento para la diabetes

María Laura Favarel / La Capital

Los más destacados especialistas en todo el mundo concuerdan en que la mejor estrategia para prevenir la diabetes, una enfermedad que afecta al 5% de la población argentina y que puede traer aparejada serios problemas cardiovasculares, es una dieta equilibrada, actividad física, control de la obesidad y educación sobre la salud. Con la certeza de que la población en general desconoce las pautas para evitar su aparición, el equipo del doctor Juan Gagliardino de la Universidad Nacional de La Plata diagramó un programa de educación para la comunidad, para diabéticos y familiares, pero también para el equipo de salud que atiende a personas con este problema. Para los profesionales se dictará a modo de posgrado universitario, con la particularidad de que el esquema de capacitación rompe con el modelo tradicional y pone el acento en la interrelación médico-paciente. El programa desembarca por primera vez en Rosario.

La actividad se lanzará a principio del año entrante y está organizada por la Universidad Nacional de La Plata y la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, Estados Unidos.

Al público en general se le tratará de explicar la importancia de la dieta y cómo combatir el sedentarismo para evitar la obesidad y la aparición de la diabetes. A los médicos, se los capacitará en organización de atención según niveles de complejidad y estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento según el período de la diabetes de cada paciente.

Lo novedoso es que para abordar la capacitación profesional se diseñó un modelo de atención médica que rompe con lo que se venía haciendo hasta ahora. Se trata de un dispositivo interactivo (médico-paciente) especial para las enfermedades crónicas, que comienza por la capacitación de los médicos generalistas. El médico, según este modelo, debe explicar al paciente cuál es su problema y cómo es su diagnóstico. A su vez, el médico aprende de lo que el paciente le señala; el paciente aprende del médico las cuestiones propias de la enfermedad. Así, entre los dos, llegan a un acuerdo sobre cómo será el tratamiento .

En Rosario comenzará por la capacitación de los profesionales. La doctora Astrid Libman, miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Diabetes, es la coordinadora local y en este momento está ultimando los detalles de la aplicación del programa. Destaca que en la Argentina, así como en todo el mundo, el objetivo es reforzar la educación tanto de los profesionales como de la población en general, ya que uno de los subtipos de esta enfermedad (el 2) se puede prevenir.


Clasificación
La diabetes se clasifica en tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional. La primera está mediada por el sistema inmune, ya que las defensas funcionan mal y las células del páncreas empiezan a destruirse. Estas personas necesitan la insulina en forma permanente para vivir.

La diabetes tipo 2 es la más frecuente y la que presenta consecuencias más serias y complejas. Abarca el 90% de la población con diabetes y aparece cada vez más en adolescentes.

En la Argentina, dos millones de personas tienen diabetes. Un millón 800 mil presenta la del tipo 2. A nivel mundial la cifra de diabéticos asciende a 40 millones.

En el caso de la diabetes tipo 2 no se presenta la destrucción autoinmune de células, ni se requiere tratamiento de insulina para vivir. Estos pacientes generalmente cuentan con una predisposición genética y tienen alto riesgo de desarrollar complicaciones vasculares. La mayoría son obesos.

Los médicos destacan que el riesgo de desarrollar la enfermedad aumenta con la edad, obesidad y sedentarismo. Sin embargo, "este tipo de patología se puede prevenir o posponer su comienzo con ciertas medidas higiénico-dietéticas", señaló Julio Libman, endocrinólogo y miembro de la Comisión Científica de la Sociedad Argentina de Diabetes.

Un trabajo de investigación realizado en Estados Unidos llamado "Estudio de prevención de diabetes tipo 2" investigó a personas muy propensas en estado de pre diabetes. A un grupo de pacientes los hicieron caminar varias veces a la semana y comer menos grasa; observaron que en ellos la aparición de la diabetes durante los años subsiguientes disminuyó en un 60%. En otro grupo de pacientes que fue tratado con un medicamento que mejora la actividad de la insulina la aparición de la diabetes disminuyó un 30%. "La investigación demostró que la medida más efectiva, comprobada fehacientemente, es educar a la población para que cambie la actitud ante la alimentación y el ejercicio físico. Esto también tiene que llegar a las autoridades para que adopten medidas de salud pública y que, por ejemplo, en las escuelas los kioscos vendan gaseosas dietéticas en lugar de gaseosas con azúcar; frutas en lugar de sandwiches y que en lugar de una hora de actividad física en la escuela, haya cuatro", propuso el especialista.

La diabetes tipo 2 no se cura tomando edulcorante en cambio de azúcar, sino que hay que disminuir grasas saturadas porque son las que aumentan la resistencia a la insulina, que se va agravando y tapa las arterias. Los tratamientos se basan en hábitos alimentarios, en el no sedentarismo, y en la medicación oral y la aplicación de insulina.


Novedades
Los doctores Astrid y Julio Libman asistieron al último Congreso Europeo de Diabetes que se desarrolló en Atenas, Grecia, el mes pasado. Allí se presentaron novedades terapéuticas como nuevas drogas que favorecen la reproducción de las células beta, se discutió el uso de la insulina inhalable y se puso el acento en la educación como la principal herramienta para la prevención.

Existen drogas secretoras, insulino sensibilizadoras y otras que se utilizan en el tratamiento de la diabetes tipo 2. A fin de año estas drogas estarán disponibles en el mercado con una nueva forma de administración: la nasal. Respecto a esta última, Astrid Libman aclaró que "no todo lo nuevo es mejor que lo anterior, ni es para todos". Explicó que "aún no se conocen los efectos de utilizar la insulina a través de los pulmones, que son órganos vitales y tal vez puedan sufrir algún daño". Tampoco se estudió hasta el momento qué efectos tienen en pacientes con bronquitis habituales o problemas asmáticos.

Los medicamentos buscan aumentar la efectividad de la insulina y disminuir la resistencia. Los especialistas rosarinos destacaron que en el Congreso se dieron a conocer las hormonas intestinales, que estimulan a la célula beta (productora de la insulina) a hacer más insulina. "Parece que este medicamento tiene la capacidad de estimular la regeneración de células beta, de esta manera ayudarán a preservar y reproducir las células. Además no produce hipoglucemias porque se regeneran en respuesta a la ingesta de comida", comentó Julio Libman. El producto aún no está en el mercado.
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Los Libman, padre e hija.

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