Regional del Litoral

Rugby: Uni ganó y sueña con el título

Aníbal Fucaraccio / Ovación

Un hombre de árida calvicie y de exceso de peso acarreado desde aquella juventud que lo paseó de centro a pilar se dio vuelta en la nueva platea techada y le dijo a un amigo con frenética y descarnada sinceridad: "Si no se nos da este año, me muero. Te juro que me muero". Esa es la sensación de Pelotín Lioi y de toda Las Delicias. Esa es la fiebre que une y moviliza a un club entero. Es que Universitario está ante su gran oportunidad. El triunfo de ayer ante Santa Fe Rugby por un inobjetable 25 a 8 lo colocó a las puertas de la gloria. Y para atravesar el umbral sólo le falta un paso. Aunque sabe que debe ganarle a Duendes el último partido en su cancha para no tener problemas, aunque lo más importante es que depende de sí mismo. La empresa no es sencilla pero las acciones emocionales del equipo de Rivas y Fasce cotizan en alza y la esperanza se muda a la casa del vecino de enfrente hasta el próximo sábado.

En el segundo choque de la inestable tarde de ayer, Uni construyó un triunfo justo aunque lejos estuvo de encontrar el brillo pretendido. Lo mejor se vio en el primer tiempo cuando -desde el arranque- el local se fue a jugar a tierras enemigas y ayudado por el viento presionaba a su rival y lo obligaba a cometer errores.

Los santafesinos sólo podían recurrir a los kicks para salir del asedio pero las condiciones climáticas estaban en su contra y debían insistir mucho con el pie para ganar escasos metros.

Más allá de renegar con el funcionamiento del scrum, el dominio territorial del anfitrión le permitía conseguir numerosos penales que no fueron debidamente aprovechados. Sin embargo, a los 12', después de dilapidar varias chances concretas de abrir el marcador, Juan Pablo Caterina anotó un drop que anunció el camino a seguir.

Poco después, el Zorrito de la Vega interceptó una pelota en su propio campo y corrió toda la cancha para hacerse dueño -con amagues incluidos- del primer try del cotejo.

La experiencia y la puntería del apertura Gregorio Favre dieron lugar para que la visita pueda descontar a los 16' con un preciso drop que alentaba deseos de reacción.

Sin embargo, a los 19', Pablo Iguri demostró que estaba intratable y generando enormes huecos en la defensa adversaria llegó a zambullirse con velocidad y elegancia en el ingoal tricolor.

Acto seguido, a los 22', el Colorado Moleón consiguió la ventaja y habilitó a Guillermo Obeid para devolver gentilezas. Pero más tarde, un penal de Caterina decoró el 20 a 8 con el que llegó el descanso.

El complemento cedió en intensidad y pareció un prolongado bostezo repleto de imprecisiones y de innecesarias interrupciones. Unicamente sirvió para ratificar que los hermanos Schiavo son amos y señores del line, que el Pichón Oviedo y Galo Della Vedova (anotó un try a los 9') son el corazón del pack de forwards y que los nervios traicionaron a Universitario y no lo dejaron alcanzar el bonus. Sin embargo, todo esto ya le importaba muy poco a este equipo porque estaba soñando despierto. Y no quiere que lo despierten.