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 domingo, 23 de octubre de 2005  
Odontopediatría: al dentista desde pequeños

Florencia O'Keeffe / La Capital

La primera consulta odontopediátrica debería realizarse durante el primer año, año y medio de vida. Paralelamente, el cepillado, debe constituir parte de la rutina de la higiene diaria del niño desde que le salen sus primeros dientes. Estas aseveraciones, hechas por profesionales en el tema, son, en general, desconocidas por los padres, quienes se acercan al consultorio del dentista mucho más tarde, cuando los chicos comienzan la escuela.

Uno de los mayores riesgos de la demora en la consulta y la higiene lo constituyen la aparición de caries, que en esa etapa de la vida suelen ser muy dolorosas y dañinas. Ejemplo de ello es que cada vez se ven más casos de "caries de biberón", producidas por el efecto corrosivo de la leche en los dientes de bebés que se duermen con la mamadera o la teta en la boca.

Otro de los motivos de la consulta temprana debe ser el control del normal crecimiento de los dientes y del desarrollo del paladar ya que por el uso del chupete muchos chicos presentan problemas en los primeros años, los que detectados a tiempo pueden solucionarse.

Las integrantes del Equipo de Atención Odontológica Integral Infanto-Adolescente, las odontopediatras Julieta Villalba, Soledad Pavía y la odontóloga Silvina Crespo pusieron el acento en que la odontología apunta hoy a la "prevención y no a la curación" y que por eso se torna "imprescindible" que los chicos acudan de manera temprana a la consulta para iniciar así "una relación armoniosa con el profesional y desterrar la asociación odontólogo-dolor".

"Si el niño va a la primera consulta cuando siente dolor asociará para siempre al odontólogo con el malestar, pero si las primeras visitas son para aprender a cepillarse, familiarizarse con los elementos del consultorio, conocer al profesional que lo atenderá, todo el proceso es mucho más simple y para nada traumático", dice Villalba. Es que una mala experiencia transforma al niño en un temeroso adulto, resalta Crespo.

Las profesionales respondieron a Mujer una serie de inquietudes relacionadas con la atención odontológica en la infancia.

-¿A qué edad salen los primeros dientes?

-La primera dentición (llamada comúnmente dientes de leche) se produce a partir de los 6 meses. La dentición de 20 piezas se completará alrededor de los 2 años y medio o tres, aproximadamente.

-¿Qué molestias reales provoca la primera dentición?

-Es probable que el bebé esté molesto, que sienta algún tipo de dolor, pero hay que destacar que es un proceso natural. No es cierto que la erupción de los dientes esté relacionada con la fiebre u otros dolores corporales. No es recomendable aplicar analgésicos de uso tópico ya que suelen contener azúcar que puede dañar la pieza dental.

-¿Cuándo debe realizarse la primera consulta al odontopediatra?

-Cuando salen los primeros dientes. Es el pediatra del niño quien debe sugerir la consulta, pero eso no siempre sucede. Es muy importante que esa primera consulta se haga cuando empiezan a salir los dientes para integrar al chico a la odontología, para explicarles a los papás todo lo relativo a la salud bucal. Hoy más que nunca se apunta a la prevención. Hay padres que piensan que la primera visita debe coincidir con el inicio de la escolaridad y no es así.

-¿A partir de qué momento deben cepillarse los dientes?

-Cuando sale el primero ya debe limpiarse. En el inicio debe hacerse con una gasita seca y a partir de que el bebé crece, cerca del año, se puede usar unos cepillitos especiales para niños hasta que esté en condiciones de empezar a relacionarse con el cepillo común, a modo de juego.

-¿En esa etapa ya pueden empezar a aparecer problemas?

-Sí, aunque no son tan frecuentes, se presentan caries en los bebés. Las caries pueden presentarse ya cuando hay un diente. De hecho, vemos en la práctica lo que llamamos "caries de biberón" que corresponden a chiquitos que se duermen con la teta en la boca o llevan la mamadera a la cama. La leche, y ni hablar si se le agrega azúcar, actúa en la boca durante toda la noche. Las caries en los dientes de leche suelen ser muy rampantes, agresivas y dolorosas.

-¿Qué recomendaciones hacen respecto al consumo de dulces y golosinas?

-A los chicos no se les puede negar la golosina, pero sí se puede enseñar a los padres a que tengan control sobre el tema. Un chico no puede estar todo el día con un caramelo, después un chupetín y luego una galletita dulce... Recomendamos que se unifique el consumo de dulces una o dos veces al día y lo ideal sería que después de la ingesta se cepillen. Si lo dulce permanece todo el día en la boca el PH permanece ácido continuamente favoreciendo la aparición de caries.

-¿Cuándo se produce el cambio de dientes de leche por los permanentes?

-Aunque hay diferencias entre un niño y otro ubicamos ese proceso entre los 5 años y medio y los 6. Alrededor de los 6 años aparece un primer molar permanente, cuya salida puede pasar desapercibida. Ese molar es muy propenso a dañarse por las caries. Lo que hacemos es un sellado que lo protege y facilita la limpieza.

-La anestesia, ¿siempre duele?

-Rotundamente no. El chico nunca debe asociar al odontólogo con el dolor. Hay técnicas que deben usarse que impiden que la anestesia duela y tampoco el tratamiento.

-¿Por qué los chicos tienen tanto temor al dentista?

-Justamente eso es lo que está cambiando, lo que estamos intentando que se modifique. Los que hicimos nuestras primeras consultas hace más de 30 años estamos acostumbrados a vincular dolor y molestia con el odontólogo. Eso no es más así. Un chico que tiene una mala experiencia será un mal paciente de por vida. Vemos en la edad adulta bocas destruidas por miedo a concurrir a la consulta. La mala relación puede ser por una experiencia personal o por la información que se transmite por parte de la familia. Todavía hay papás que amenazan a sus hijos con llevarlos al dentistas cuando se portan mal. Por eso apuntamos a la motivación, a que el niño venga contento, y se puede, lo comprobamos.
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"Actuar a tiempo", sugieren la odontóloga Silvina Crespo y la odontopediatra Julieta Villalba.

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