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 domingo, 23 de octubre de 2005  
Benedicto, el Papa que no tiene amigos
En Roma surgen las primeras críticas a Joseph Ratzinger. Le atribuyen un carácter frío y reservado

Peer Meinert

El Papa alemán lleva ya medio año en el cargo. Y ahora comienza a surgir en público una imagen que no le va a gustar nada.

Al parecer, Benedicto XVI se aísla como en una cápsula de lo que le rodea, según el periódico romano La Repubblica. Tiende a tomar decisiones él solo e incluso se comporta de forma reservada frente a altos cardenales. "El problema es que nadie en el Vaticano sabe lo que Joseph Ratzinger piensa realmente", dice el diario y surge la pregunta: ¿Es Benedicto XVI un alemán frío?

Los medios romanos actúan generalmente con cuidado en lo que a los Papas respecta. Los vaticanistas dosifican prudentemente las críticas, y las críticas que entran en lo personal son tabú. Por eso, determinadas declaraciones son, cuanto menos, inusuales.

"Benedicto no tiene amigos en la curia, no se reúne con compatriotas, no invita a nadie a almorzar con él y no tiene misas matutinas para visitas en grupo", escribe Marco Politi, renombrado experto vaticanista de La Repubblica. "Benedicto vive, piensa y planea en su retiro", agrega. Todo esto suena duro.


Puntos en discusión
En Roma concluye hoy el Sínodo donde se reúnen obispos de todo el mundo. Los voceros de la Iglesia destacan que el Papa ha participado durante horas en las deliberaciones. Y eso que las duras sesiones son, según ha admitido con franqueza el cardenal alemán Karl Lehman, como "un pedazo del purgatorio".

En el Sínodo, la "cumbre" de la Iglesia católica, por primera vez se ha discutido abiertamente, incluso de forma polémica, también sobre los "temas candentes" como la escasez de sacerdotes y el celibato. Y fue el propio Ratzinger el que instó a hacerlo expresamente. "No hubo prohibición de temas", según Markus Graulich, el portavoz alemán del sínodo. No obstante, el debate se cerró con la reafirmación de las posturas tradicionales.

Se abordaron temas tabú como si hay que permitir o no que hombres mayores casados sean aceptados en el sacerdocio. "Viri probati" es el nombre de esta medida, que se practica en parte en la Iglesia ortodoxa del este y que muchos consideran una solución al problema de la escasez de sacerdotes. Sería, opinan algunos, un primer paso hacia la reformulación del celibato.

La escasez de sacerdotes, éste fue al parecer el gran tema, el tema candente en el Sínodo. "Hay inquietud y preocupación", opinó el obispo alemán Gerhard Mueller.

Actualmente, la escasez de sacerdotes preocupa más en la Iglesia católica que los bancos vacíos en las iglesias. Y este mal se extiende también por Africa y América Latina. "Un obispo de Malawi me dijo que a veces hasta un 80 por ciento de los fieles no podían celebrar la eucaristía los domingos", indicó Lehmann.

Ahora, el Sínodo ha elaborado 50 tesis que serán entregadas a Benedicto XVI (ver aparte). "Las leerá detenidamente", dice un teólogo en el Vaticano. Y añade: "Para ello probablemente se retirará". (DPA)
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Benedicto, objeto de un duro comentario de un especialista en temas vaticanos.

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