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 domingo, 23 de octubre de 2005  
Intentan ubicar en España a un criminal de guerra nazi
El "Doctor Muerte" vuelve a escapar
Aribert Heim practicó sádicos experimentos con prisioneros en el campo Mauthausen. Estuvo oculto en Argentina

Jorge Vogelsanger

Su sadismo fue tal, que se le conoce como Doctor Muerte o El Carnicero de Mauthausen: Aribert Heim, el segundo criminal de guerra nazi más buscado del mundo, está acusado de asesinar y torturar salvajemente a cientos de víctimas en el campo de concentración de Mauthausen, cerca de la localidad austríaca de Linz, donde trabajó durante apenas unas semanas como médico en 1941. Prófugo de la Justicia desde hace 43 años, ahora es buscado en España.

La familia de Heim sostiene que murió de cáncer en Argentina en 1993, sumido en la más absoluta pobreza. Pero cuando quisieron cobrar la millonaria herencia, no pudieron aportar ningún certificado de defunción. Por el contrario, recientes transferencias de grandes cantidades de dinero hacia España desde una cuenta bancaria que conserva Heim en Berlín han puesto a la policía sobre la pista de este siniestro personaje, que hoy tiene 91 años.

Los agentes españoles y alemanes están convencidos de que Heim vivió durante los pasados años como un jubilado europeo más en la localidad de Rosas, en la Costa Brava, al amparo de una pareja de artistas extranjeros.

También se le situó en Denia, en la provincia de Alicante, o en la isla de Ibiza, lugar de refugio durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) de numerosos fugitivos nazis, según informó el semanario alemán Der Spiegel.

Si bien el diario israelí Haaretz aseguró días atrás que la captura de Heim era inminente, la publicidad que ha recibido el caso puede haber tenido un efecto desastroso para las investigaciones: no se descarta que Heim haya fugado a Dinamarca, donde se encontró un rastro suyo hace años, o incluso a América Latina, como tantos criminales nazis en el pasado.


Sadismo sin límite
Nacido en la localidad austríaca de Radkersburg el 28 de junio de 1914 como hijo de un policía y una ama de casa, Aribert Heim está acusado por la Justicia alemana de genocidio por las atrocidades que se le atribuyen en Mauthausen, donde también tuvo a su merced a muchos de los más de 7.000 españoles del bando republicano deportados allí durante la dictadura franquista.

Entre los prisioneros españoles, Heim era conocido como "El Banderillero", por su sádica afición de matar a sus víctimas con inyecciones de benceno en el corazón.

En un proceso celebrado en su contra en ausencia en 1979, un tribunal berlinés constató que el Doctor Muerte se "deleitaba con el miedo que expresaban sus víctimas antes de morir".

"Su sadismo superaba prácticamente al de todos los médicos de los campos de concentración", escribió el autor Ernst Klee en su libro "Auschwitz, la medicina nazi y sus víctimas".

Y para el historiador Efraim Zuroff, director del Centro Simon Wiesenthal de Jerusalén, Heim, en cuanto a los crímenes cometidos, "está en el mismo nivel que Josef Mengele", el médico de Auschwitz conocido como el Angel de la Muerte que murió hace años ahogado en Brasil.

Precisamente para Simon Wiesenthal, el famoso "cazador de nazis" fallecido en septiembre pasado a los 96 años en Viena, la captura de Aribert Heim fue uno de los principales objetivos.

De hecho, este médico es el segundo en la lista de los criminales nazis más buscados, detrás de Alois Brunner, el lugarteniente de Adolf Eichmann, descubierto por Wiesenthal en los años 60 del siglo pasado en Argentina, secuestrado por agentes del servicio secreto israelí Mossad, procesado y ejecutado cerca de Tel Aviv en 1962.

Para capturar a Heim, el Centro Wiesenthal lanzó la "Operación Ultima Oportunidad", después de que la policía judicial de Stuttgart, que lleva las pesquisas, descubriera hace unos meses que uno de los hijos del fugitivo envió en los pasados cinco años unos 300.000 euros (360.000 dólares) a una pareja de artistas -él es italiano y ella, francesa- en la Costa Brava. Según la policía, ambos son amigos de Heim y no se descarta que pudieran haber actuado de testaferros o intermediarios.

Sea como fuere, a petición de los investigadores alemanes, que ofrecen una recompensa de 130.000 euros (casi 160.000 dólares) -otros 10.000 los aporta el Centro Wiesenthal-, el juez de instrucción de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ordenó a la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) y a los Mossos d'Esquadra -la policía catalana- seguir la pista del dinero para poder dar con Heim.

El Doctor Muerte, quien de joven jugó en la selección nacional de hockey sobre hielo de su país, es fácilmente reconocible, según los investigadores: mide 1,91 metros -probablemente por su avanzada edad es ahora algo más bajo-, calza zapatos talla 47 y tiene una cicatriz en forma de "v" en la mejilla derecha, cerca de la comisura de los labios, producto de un duelo en su juventud.


Una larga fuga
Después de pasar por Mauthausen, Heim fue trasladado a Viena y luego a Finlandia y Noruega. En 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, fue capturado por tropas estadounidenses, tras lo cual pasó algún tiempo en un campo de prisioneros y trabajando en las salinas cerca de la ciudad alemana de Heilbronn.

Pero en 1949 fue puesto en libertad sin condiciones. Se cree que eso se debió al hecho de haber colaborado con los aliados.

En todo caso, pudo volver a ejercer su profesión, primero en un hospital y luego, ya casado con una médica de clase pudiente, como ginecólogo en su propia consulta en la ciudad balnearia de Baden-Baden.

Eso fue hasta 1962. El 13 de septiembre de ese año, Heim huyó de su mansión, al parecer después de recibir una advertencia, ya que las autoridades alemanas acababan de dictar una orden de detención en su contra y los agentes ya estaban en camino.

Entre otros países, se refugió en la Argentina y Brasil. Ahora se lo busca en España. (DPA)
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Prisioneros en un campo nazi. Heim se deleitaba con el miedo de sus víctimas.

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