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 miércoles, 19 de octubre de 2005  
Viveza criolla

Soy una defensora acérrima de los derechos y deberes de los ciudadanos, y leyendo las cartas de los lectores del día sábado 15 de octubre pude notar que el 80% de ellas son quejas a la inoperancia de controles y a la desidia de los ciudadanos. Considero como bien dice el señor Emilio Grassino que "si no hubiera zonzos, no habría vivos". ¿Pero a quién reclamar si en casi ningún ámbito nos sentimos protegidos?. Creo que como en la película "Tiempo de valientes" la solución al cumplimiento de las ordenanzas la tiene que tener un audaz psicólogo y no alguien ni de la GUM, ni de Tránsito, ni municipal, etcétera. Fui al complejo de cines del shopping con mi hijo que tiene una discapacidad motriz en nuestro auto, que como corresponde posee la oblea de discapacitado que lo acredita. Antes de ingresar veo una tertulia de cinco policías de tránsito que conversaban ajenos a lo que podía pasar a su alrededor. Cuando quisimos estacionar los ocho lugares destinados a discapacitados estaban ocupados. Estacionamos lejos del ingreso, pero lo que más me indignó es que ninguno de los autos tenía oblea de discapacitado y no sólo eso, sino que cuando salimos vimos que los que subían a dichos vehículos tampoco eran discapacitados. En realidad, este nombre es el que figura en los carteles y las personas que por viveza criolla ocupan dichos lugares son discapacitados mentales (los que tienen "capacidades diferentes" poseen cualidades muy importantes que los que se dicen "normales" deberían incorporar a su accionar: voluntad de aprender y de respetar al prójimo). Fui a plantear el tema a un custodio privado que me dijo la clásica "nosotros no podemos hacer nada, quéjese en el stand de atención al cliente". Pero ya estaba cerrado, porque trabaja hasta las 22. ¿El ciudadano ya no tiene más moral para infringir reiteradamente ordenanzas o intenta figurar en el récord Guinness a la falta de respeto por los demás? Quienes custodian, que tienen un handy en su mano, no pueden interrumpir la tertulia de los de Tránsito, y que ellos sancionen a estas personas. Las barreras para discapacitados no siempre son las arquitectónicas, las peores son las barreras mentales de sus conciudadanos.

Silvia Buonamico, DNI 11.127.508


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