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 domingo, 16 de octubre de 2005  
Magia creativa

La actividad creativa produce una sensación de bienestar. Cuando creamos se pone en juego el lado interno de nuestro hemisferio cerebral derecho donde se perciben las imágenes (se manifiestan emociones y se agudizan los sentidos).

En el ámbito del taller, la música, el brillo de las velas y las esencias impregnan el aire actuando como soporte del hecho creativo. La visualización de imágenes y emociones, teñidas de formas y colores, surgen para ser plasmadas en una hoja, y luego tejerlas en el telar. La expresión son las fibras; el medio la emoción dibujada.

El hecho creativo deja al descubierto un simbolismo primitivo arcaico y ancestral, símbolos universales a semejanza del primer trazo del hombre plasmado hace más de 10.000 años en las pictografías y el arte rupestre.

En el taller de arte textil se estimula la creatividad a través de técnicas de visualización, los participantes entran en contacto con sus emociones y se expresan con formas irracionales que muchas veces revelan visiones de trascendencia, y simbolismo universales comunes a todos los hombres. Estas imágenes que surgen de la mente fue lo que Jung denominó "inconsciente colectivo", un mecanismo psíquico que funciona en los seres humanos, fuente no sólo de las pinturas simbólicas de hoy, sino también de las del pasado.

La inclusión de la técnica de telar como soporte artístico crea el medio adecuado a través del movimiento de los hilos, la nobleza de los materiales y la repetición constante y rutinaria del telar a modo de un mantra tibetano. Cada uno de estos elementos permite a los integrantes del taller, percibir desde lo emocional un clima que genera un estado de quietud, introspección, y de encuentro con lo espiritual.

Cada uno teje, recreando y simbolizando su propia historia, plasmando una imagen personal cargada de significado. Los iconos tramados, cada color seleccionado, hablan delos estados de ánimo del tejedor. En el taller se comparten historias de vida, las redes se entretejen y las tramas se conectan. El espacio grupal permite que circule la palabra (muchas veces no dicha). Tanto las técnicas de telar milenarias como los textos que se leen actúan de disparadores para el diálogo y el encuentro con uno mismo. Se trata de escuchar, escucharse y poder ser escuchado por otros mientras se teje una trama de vida plasmada de magia creativa.

Claudia Goldin

Artista textil-www.claudiagoldin.com.ar
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