Robo y pánico en una casa rural de Albarellos

Dos sujetos armados maniataron a cuatro personas en la finca, les robaron 5 mil pesos, alhajas y dos celulares

Los dos hombres llegaron a una desolada chacra de la zona rural de Albarellos, a unos 50 kilómetros al sur de Rosario, a bordo de una pick up como forasteros que buscaban agua para el radiador del vehículo. Un hombre de 72 años, que los recibió en una casa de campo, atendió el pedido. Pero en escasos minutos, los dos sujetos demostraron que sus intenciones no eran abastecer su camioneta: desenfundaron armas de fuego, inmovilizaron a los cuatro ocupantes del establecimiento y se llevaron unos cinco mil pesos, alhajas y dos teléfonos celulares.

La chacra está situada en un camino de tierra que conecta Villa Amelia con Albarellos, en una zona donde abundan campos sin sembradíos. A la primera de las localidades se llega después de recorrer la ruta 18 y otra vía de acceso. Después de atravesar Villa Amelia, se alcanza un camino de tierra que conduce a Albarellos. El lugar está prácticamente despoblado. Sólo una chacra aparentemente abandonada precede al establecimiento asaltado.

Un sendero de tierra anticipa el ingreso a la chacra, que está bordeada por terrenos sin cultivos. Sobre uno de los costados del ingreso a la casa de campo hay un viejo corral de animales. A unos pocos metros de allí puede verse un añoso arado de cultivo. Sobre el otro extremo se levanta un galpón en forma de tinglado en el que se almacenan los cereales.

Unos metros más atrás, un pequeño depósito precede a dos casas antiguas. Y enfrente se levantan dos construcciones modernas, que ofician de viviendas. Ayer a la tarde, tres perros, entre ellos un Rothweiller, recibieron al cronista de La Capital. Los ladridos alertaron a los dueños de casa. Una mujer joven salió al encuentro. "No puedo contar nada, porque me encañonaron con un arma en la cabeza", dice a modo de disculpa.

Parece muy asustada. A unos pocos metros, otra mujer y un muchacho escuchan la breve explicación de la muchacha. La dueña de casa todavía tiene fresco en su memoria la irrupción de los dos intrusos que llegaron cerca de las 18 del lunes a su propiedad.


Maniatados en la chacra
Según contó un oficial de la Jefatura, los hombres -de entre 40 y 45 años- arribaron en una pick "gasolera". Les pidieron agua para el motor del vehículo a quien los recibió, Brunetto Pellegrini, de 72 años. Pero enseguida extrajeron pistolas con las que inmovilizaron a los otros tres ocupantes de la casa.

La esposa del hombre, María Antonia Di Paolo, de 66 años, Gastón Damiaso, de 25, y su novia, María Miele, de 23 años corrieron la misma suerte: los cuatro terminaron con las manos maniatadas con hilos para "coser zapatos" en una dependencia de la chacra.

Sin obstáculos a la vista, los intrusos continuaron con la tarea delictiva. Recorrieron la propiedad en búsqueda de elementos de valor y recogieron unos cinco mil pesos, anillos, cadenas y aros de oro. También se llevaron dos teléfonos móviles. Después de dos horas, los ladrones se marcharon en la pick up. Cuando los ocupantes de la casa se percataron de que los asaltantes se habían esfumado, se liberaron de las ataduras y denunciaron el robo en la subcomisaría 7ª de Albarellos.