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 miércoles, 17 de agosto de 2005  
ROBO A TIFFANY
Carearán al dueño de la joyería saqueada con su custodio

Un agente de policía que cumplía tareas de vigilancia adicional en la joyería Tiffany pocas horas antes de que se produjera el cuantioso robo hace diez días prestó declaración informativa en el juzgado de Instrucción Nº 5. Lo hizo durante una hora, tiempo en el cual cayó en algunas contradicciones y por lo tanto será llevado a un careo con el dueño del negocio asaltado.

La identidad del efectivo, que revista en la Brigada de Orden Urbano, no trascendió ya que por el momento no está imputado de un delito. En rigor, el policía fue la última persona que estuvo en Tiffany, de Mendoza 1086, antes de que se detectara el robo. Eso ocurrió el domingo 7 de agosto en horas de la madrugada. Un grupo de delincuentes ingresó en la joyería luego de abrir dos boquetes: uno en una pared y otro en el entrepiso del inmueble. Una vez en el interior, y con equipo apropiado, la gavilla trabajó durante varias horas para sopletear tres cajas fuertes.

De acuerdo a un raconto parcial realizado por el dueño, Enrique Ariosti, los delincuentes se habrían llevado unos 500 mil pesos en lingotes de oro, relojes Rolex, joyas, alhajas y dinero en efectivo. Este punto fue el que más dudas causó entre los investigadores, ya que el comerciante había declarado en una primera oportunidad haber perdido medio millón de dólares. Ariosti concurrió al juzgado el viernes pasado y declaró como testigo.

En esa oportunidad entregó parte de la documentación que le requerían en el Tribunal para establecer fehacientemente lo que le robaron. Pero además deslizó cierto grado de sospecha sobre quien ejercía tareas de vigilancia adicional en su negocio.


Dudas y sospechas
En el juzgado, Ariosti no acusó formalmente a su custodio, pero sí planteó algunas dudas. "Dejó una leve sospecha, no muy contundente. En su testimonio hay rastros de dudas, nada más", comentó una fuente cerca a la investigación.

Según el vocero, el policía tenía las llaves del negocio y su misión era vigilarlo, incluso los sábado a la tarde. Es más, el uniformado llevaba varios años realizando ese trabajo y Ariosti lo consideraba de confianza. El agente ya había declarado en la seccional 2ª y en ningún momento fue declarado prófugo de la Justicia.

Tras la testimonial brindada por el joyero el viernes último, la jueza María Luisa Pérez Vara decidió citar para ayer al agente a prestar declaración informativa. "El objetivo es saber si existe algún grado de participación de este hombre en el hecho que se investiga", apuntó un vocero judicial.

La declaración informativa es un término jurídico intermedio entre lo que narra un simple testigo o víctima y lo que dice un acusado o sospechoso de cometer un delito. Es decir, aún no hay elementos de pruebas para imputarle al policía participación en el golpe a Tiffany, pero sí existe algún grado de sospecha.

El agente nombró a un defensor oficial para que lo asesore, pero el abogado no estuvo presente en el trámite de ayer. Durante su alocución, que duró cerca de una hora, mostró algunas contradicciones con relación a los dichos de Ariosti. Por eso, en el juzgado de Pérez Vara tienen pensado convocarlos a ambos hombres para sean careados. La fecha para esa medida todavía no estaba puesta por los funcionarios.
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